Alito Moreno y los “Chuchos”, Ortega y Zambrano, desfondan al PRI y PRD

Debate

Por Roberto Desachy Severino

El descerebrado Vicente Fox Quesada lo intentó, pero fracasó, como ocurrió con todo en su gobierno, con excepción del burdo y escandaloso mega fraude electoral del 2006.

Felipe Calderón ni siquiera trató de desaparecer al PRI, sino que cogobernó con él y, por lo mismo, mandó al PAN al último lugar en las elecciones presidenciales del 2012.

Pero, finalmente, Alito Moreno y los “Chuchos”, Ortega y Zambrano, lograron lo que parecía imposible al exterminar a sus respectivos partidos, PRI y PRD, que padecen verdaderas sangrías, con inagotables fugas y traiciones de gobernadores, dirigentes, que están por acabar con los dos partidos más fuertes surgidos –supuestamente- de la revolución mexicana.

El gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador no acabó con la corrupción, tampoco con la pobreza, inseguridad, violencia ni delincuencia organizada, pero sí tiende a dejar un legado importante con el desmantelamiento del priato que gobernó al país –a veces bien y casi siempre mal – durante más de 70 años y del sol azteca, que –en algún momento – fue el partido de mayor crecimiento en América latina.

ORIGEN ES DESTINO: LAS TRAICIONES E INTERESES PERSONALES QUE DEVASTAN AL PRI-PRD

Alito Moreno, Jesús Zambrano y Ortega están por pasar a la historia política de México como los enterradores de sus respectivos partidos, no solamente por la permanente tendencia amlista de ofrecer altos cargos públicos a desprestigiados militantes de partidos diferentes a Morena, sino –principalmente- porque, en lo general, las cúpulas priísta, perredista y panista tienden a las traiciones y a privilegiar intereses personales: Diputados piden al Senado no autorizar nombramiento de Aysa como embajador en RD; designación de un “traidor” a México y su partido es una afrenta al pueblo dominicano

Jesús Zambrano

El caso más reciente fue el del “perredista” gobernador saliente de Quintana Roo, Joaquín González, ex priísta que obtuvo la gubernatura gracias a una alianza PAN-PRD y que, según el propio AMLO, será su próximo embajador en Canadá en cuanto se le acabé la beca en la administración quintanarroense: Joaquín González, gobernador “perredista” saliente de Quintana Roo, nuevo embajador de México en Canadá: AMLO.

Pero son varios los casos de priístas consentidos, quizás retribuidos por el presidente de México después de entregarle a Morena las gubernaturas de sus estados, como Quirino Ordaz (Sinaloa), Claudia Pavlovich (Sonora) y el multimencionado Carlos Aysa, a quien el propio Alito Moreno impuso en la gubernatura de Campeche antes de acusarlo de “traición”: La Reforma Eléctrica no pasará, aun con la traición del diputado Carlos Miguel Aysa: GPPRI

¿Acaso en las filas morenistas no existen cuadros capacitados para la función diplomática, que verdaderamente compartan las posturas de la 4T y le sean leales?. Es claro que el apego lopezobradorista a ceder nombramientos a priístas, panistas y perredistas NO fortalece su gobierno, tampoco a Morena, pero sí sirve para terminar de descuadrar al PRI-PRD.

ALITO MORENO Y LOS CHUCHOS, SIN CALIDAD MORAL PARA RECRIMINAR DESLEALTADES O TRAICIONES

Proclive a las bravatas cantineras de los años 40s y 50s, el todavía dirigente nacional del PRI, Alito Moreno acostumbraba señalar con dedo flamígero a los ex gobernadores que asumían embajadas y/o consulados en el gobierno lopezobradorista y se victimizaba como supuesto perseguido político cada vez que quedaba exhibido por sus usos y abusos del poder: Video desde Puebla: Alito Moreno reitera acusaciones contra el gobierno federal

Alejandro Moreno

Pero no más, luego de enterrar la alianza Va por México presumiblemente para evitar su desafuero y un posible juicio penal en su contra, Alejandro Moreno demostró que origen es destino y que solo era cuestión de tiempo para que aflorara su gen priísta de privilegiar prebendas personales, impunidad y el uso faccioso del poder: Alito Moreno y Rubén Moreira entierran Va por México y reviven el PRI-MOR

Es claro que los “Chuchos”, Zambrano y Ortega, tampoco tienen calidad moral, política o personal para detener la sangría de militantes perredistas, no solamente porque dejaron al partido al borde de la extinción, también se han eternizado en su dirigencia y le convirtieron en un apéndice del PAN: El PRD llegó a su fin, dice Jesús Zambrano

A poco más de dos años de que concluya –al menos formalmente – su administración, todo apunta a que el legado de AMLO no será terminar con la corrupción, inequidad, desigualdad, delincuencia organizada, violencia, inseguridad, pobreza y tampoco dejará un sistema de salud como el de Dinamarca. Pero sí heredará un país sin el PRI y PRD…con todas las implicaciones positivas y negativas que ello pueda generar.

AMLO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categorías