La UE debe prepararse mejor contra injerencias y desinformación extranjeras

PRNewswire

Autocracias como Rusia o China manipulan la información para desestabilizar la democracia europea

Los ciudadanos y los Gobiernos europeos no son conscientes de la amenaza que representan los agentes extranjeros

Son necesarias sanciones contra la injerencia y las campañas de desinformación que llegan de fuera

Posibilidad de revocar las licencias de las organizaciones que difunden propaganda estatal extranjera

La ausencia de unas medidas europeas y de concienciación ante el peligro de la injerencia facilita las cosas a los agentes extranjeros malintencionados y pone en jaque a la democracia.

La investigación que el Parlamento Europeo ha llevado a cabo para determinar cómo manipulan algunas potencias extranjeras la información con oscuras intenciones e interfieren para debilitar los procesos democráticos de la Unión ha concluido que estos agentes malintencionados pueden —sin temor a las consecuencias— influir en las elecciones, ejecutar ciberataques, captar a políticos de alto nivel una vez han dejado el cargo y polarizar el debate público.

El desconocimiento generalizado de la gravedad de la injerencia y la manipulación de la información principalmente por parte de Rusia y China se ve agravado por las lagunas que presenta la legislación y la insuficiente coordinación entre los países de la Unión. Estas son las conclusiones del informe de la Comisión Especial sobre Injerencias Extranjeras en Todos los Procesos Democráticos de la Unión Europea, en particular la Desinformación (INGE).

Formas de contraatacar

El Parlamento insta a la Unión a elaborar una estrategia común de defensa, por ejemplo, un régimen de sanciones específicas contra la injerencia extranjera y las campañas de desinformación. Los eurodiputados también insisten en que las organizaciones de la sociedad civil participen concienciando a la ciudadanía y haciendo circular información general, tomando como ejemplo a Taiwán, y subrayan la necesidad de trabajar a escala internacional con países de ideas afines.

Además, el Parlamento recomienda las siguientes medidas:

financiar con fondos públicos a los medios de comunicación de gran difusión, plurales e independientes, así como a periodistas, verificadores de datos e investigadores; estudiar la posibilidad de revocar las licencias de las organizaciones que difunden propaganda estatal extranjera; obligar a las plataformas de las redes sociales a dejar de impulsar cuentas no auténticas que actúan como vectores de la injerencia extranjera, y no solo para los contenidos en inglés; revisar la cooperación entre las universidades europeas y los institutos Confucio, que China utiliza como plataformas para hacer presión; aclarar las relaciones «muy inapropiadas» entre determinados partidos políticos europeos y Rusia; prohibir la financiación extranjera de los partidos políticos europeos; mejorar urgentemente la ciberseguridad, y elaborar una lista de programas de vigilancia ilegales, como es el caso de Pegasus; y dificultar la captación por agentes extranjeros de políticos de alto nivel una vez estos han dejado su cargo.

El informe fue aprobado por 552 votos a favor, 81 en contra y 60 abstenciones. Si quiere ver las recomendaciones más en detalle, pulse en este enlace.

Declaraciones

«Mientras continúa la guerra en Ucrania, las plataformas digitales y las compañías tecnológicas tienen que tomar posición y suspender las cuentas que niegan, glorifican o justifican la agresión, los crímenes de guerra y contra la humanidad. En el largo plazo, necesitamos una estrategia de la Comisión Europea y reglas vinculantes en la UE sobre transparencia y rendición de cuentas para estas plataformas. Debemos dotarnos de un escudo protector, hay que invertir a gran escala para apoyar a los medios independientes de calidad, también los países de la vecindad», afirmó la ponente del informe, Sandra Kalniete (PPE, Letonia).

Por su parte, Raphaël Glucksmann (S&D, Francia) presidente de la comisión, hizo las siguientes declaraciones: «Durante veinte años, alimentadas por el mito del fin de la historia, convencidas de que no tenían enemigos, las élites europeas han demostrado una desconcertante ingenuidad y una frivolidad culpable. Esta comisión, creada para acabar con esa indolencia, ha trabajado para despertar a Europa y que sus democracias aprendan a defenderse».

Contexto

La Comisión Especial sobre Injerencias Extranjeras en Todos los Procesos Democráticos de la Unión Europea, en particular la Desinformación (INGE) se creó en junio de 2020. Su mandato expira el 23 de marzo, tras un año y medio y cerca de 50 audiencias con alrededor de 130 expertos.

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