Lorena, selectiva con empresario poblano, implacable con tlaxcaltecas

Arturo Tecuatl

El Consejo Estatal de Salud (CES) debería ser parejo con el decreto por el que se establecen las medidas para contener contagios del virus SARS-CoV-2 en el sector público y privado, y que mandata: se prohibe todo tipo de actividades en centros nocturnos, bares, antros y karaokes.

Anteayer volvió a abrir la polémica Terraza de Edgar Nava García, y lo hizo como un despliegue de poder respaldado por la palabra de Lore.

No tiene autorización del ayuntamiento, maneja la carta más cara de alimentos y bebidas en comparación con cualquier negocio local y a diferencia de otros bares, goza de un beneficio selectivo de la autoridad estatal. Su propio personal habla de “otras inversiones… muchas”.

Entonces Lore suma una raya más al tigre lastimando a sus paisanos por dar preferencia a un pesudo con mala sombra: marinista, morenovallista y barbosista, que llega a Tlaxcala comiéndose el mundo a puños.

¿Por qué? ¿Qué lo diferencia de los inversores al margen de esta política que atropella? ¿De qué tamaño es el compromiso adquirido por Lore durante la campaña?

¿Por qué quienes trabajan con Edgar Nava García sí ganan dinero, mientras los que no son de su equipo suman meses con sus negocios cerrados, muchos pagando renta y manteniendo con migajas a su personal?

¿Se da cuenta la gobernadora de Tlaxcala que su actuar selectivo empobrece a un importante sector de las clases medias tlaxcaltecas a quienes sí aplicó las decisiones del CES, y con ello los condenó al fracaso financiero?

Sospechosa reapertura de la Luis G. Salamanca

¿Recuerdan ese terreno donde generaciones y generaciones cursaron la instrucción primaria? ¿Recuerdan que tras un sismo así de pronto derruyeron la legendaria escuela y cerraron como reservando para mejores usos?

Es un predio de 35 metros de frente que colinda al frente con Indepenencia y al fondo con la Barranca de Xico, exactamente donde cruza el camino del Hotel Posada San Francisco y va a dar al estacionamiento, cancha de tenis y auditorios.

Ya los ojos de Mariano González seguramente habían echado el ojo a dicho predio. Se hablaba de instalar ahí un Samborns, como negocio principal de otros en una plaza comercial en plena Avenida Independencia, frente a Plaza Xicohténcatl, a media calle de Los Portales grande y chico.

Si resulta que es esta finca van a estar los proyectos tan sonados de Edgar Nava, estaremos ante una sociedad: gobierno-empresario poblano, con una visión devoradora del estado, sin moral y causando toda suerte de atropellos para que en plena Cuarta Transformación nos demos cuenta que no robar, no mentir y no lastimar, son solo parte de un discurso desgastado de un gobierno estatal que trata de parecerse a proyecto obradorista del que surge, pero con marcadas diferencias éticas.

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