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Nueve años después del incendio que mató a 242 jóvenes y dejó a más de 600 heridos en la discoteca Kiss, en Santa Maria, ciudad brasileña del estado de Río Grande do Sul, los familiares de las víctimas creen que se ha comenzado a hacer justicia. En diciembre pasado, cuatro personas acusadas por la Fiscalía de 242 homicidios y 636 tentativas de homicidio doloso fueron sentenciadas por un jurado popular a penas que van de 18 a 22 años, a cumplir inicialmente en régimen cerrado.

“Creemos que se ha hecho justicia, pero sabemos que eso se decidirá más adelante en los tribunales superiores, porque deben apelar. Entendemos que la justicia tuvo su comienzo. Su condena es un signo de justicia”, destacó el presidente de la Asociación de Familiares de Víctimas y Sobrevivientes de la Tragedia de Santa María (AVTSM), Flávio Silva.

Los socios de la discoteca, Elissandro Calegaro Spohr y Mauro Londero Hoffmann, fueron condenados a 22 años y 6 meses, y a 19 años y seis meses, respectivamente. El vocalista de la banda Gurizada Fandangueira, Marcelo de Jesus dos Santos, quien encendió el artefacto pirotécnico que provocó el incendio, fue condenado a 18 años. Ya el productor del grupo musical, Luciano Augusto Bonilha Leão, quien compró los fuegos artificiales, a 18 años. Los cuatro condenados ya han comenzado a cumplir sus condenas.

“Hubo una victoria de la sociedad. No ganamos nada, la sociedad sí conquistó el inicio del castigo para este tipo de delitos. [Su condena] prueba que empiezan a ser castigados en Brasil. Sin embargo, entendemos que solo con mucha lucha, con mucho esfuerzo, es que se hace justicia”, dijo Flávio, padre de Andrielle Righi da Silva, quien murió en el incendio a los 22 años.

En la Justicia Militar, dos bomberos fueron condenados a prisión, pero las condenas no comenzaron a ejecutarse debido a recursos ante el

Superior Tribunal de Justicia (STJ). Anteriormente, cuatro bomberos también habían sido condenados por la justicia común a penas sin prisión, por irregularidades en el proceso de otorgamiento de la licencia de la discoteca. “Esto no lo entendemos como una condena, porque sus responsabilidades son graves, por los delitos que cometieron. Fueron condenados a pagar una multa”, dijo Flávio. Según él, los familiares ya apelaron ante el STJ y están a la espera de un nuevo juicio.