Trascendió a la eternidad la actriz, bailarina, vedette, cantante y comediante Amalia Aguilar

  • Formó parte de la época de Oro del Cine Mexicano y del cine de rumberas

Por Mino D’Blanc

Ayer lunes 8 de noviembre trascendió a la eternidad del espectáculo la reconocida actriz, bailarina, vedette, cantante y comediante Amalia Aguilar, quien fue parte de la época de Oro del cine mexicano y del cine de rumberas.

Su nombre real es Amala Isabel Rodríguez Carreira. Nació en la ciudad de Matanzas, Cuba, el 3 de julio de 1924. Sus padres fueron Óscar Rodríguez Aguilar y Rebla Carreira. Desde su infancia, ella y su hermana demostraron dotes artísticos y fueron impulsadas por sus padres. Estudió ballet en La Habana, Cuba. Fue discípula de Lita Enhart, Lalo Maura, el cómico Arrechavaleta y Jorge Harrison.

Su carrera artística la comenzó siendo casi una niña, al lado de su hermana Cecilia con quien formó “Las hermanitas Aguilar”. Ambas formaron parte de la Compañía de Teatro de Cuba. Trabajaron en importantes salas teatrales y centros nocturnos de la isla como el Edén Concert, el Tropicana y otros más.

Fue descubierta por el bailarín cubano Julio Richard en 1944. A él lo conocieron “Las hermanitas Aguilar” en La Habana, ya que buscaba figuras jóvenes para su ballet. Inicialmente Amalia Aguilar fue rechazada por su inexperiencia por el reconocido bailarín. Después de algunos años siguió como solista, debido a que su hermana se casó cuando estaban de gira en Panamá. Curiosamente Amalia se reencontró con Richard, quien buscaba una pareja de baile para su próxima gira por México; el bailarín quedó fascinado por la belleza de Amalia, así como por su indiscutible talento para el baile y decidió llevarla a México junto con su familia, llamando la atención de productores y empresarios.

Ya en tierra azteca debutó en el Teatro Lírico de la Ciudad de México, así como en la estación radiofónica XEW en el programa “La Hora Mejoral” de Carlos Amador.

Su debut en el cine fue en 1946 en la película “Perertida” junto a Ramón Armengod y Emilia Guiú; cabe mencionar que Amalia robó el protagonismo a la pareja estelar.

Mientras ella actuaba en el centro nocturno Waikikí fue descubierta por el productor estadounidense Edward Perkin, quien le ofreció trabajar en un espectáculo con los Lecuona Cuban Boys en Estados Unidos. En su paso por la unión americana trabajó al lado de figuras como Bob Hope, Carmen Miranda y Xavier Cugat. Laboró en numerosos centros de espectáculos como The Roxy, Teatro Puerto Rico, El Rancho Vegas, el bar del deportista Joe DiMaggio, quien fue marido de Marilyn Monroe, entre otros.

En Hollywood filmó la cinta “A Night at the Follies” en 1947, junto a la vedette Evelyn West y conoció al productor Howard Hughes quien tenía la intención de que Amalia protagonizará una película sobre la vida de Lupe Vélez, pero ella se negó a trabajar en la industria hollywoodense y decidió regresar a México.

A su regreso dirigió a un grupo de músicos llamados “Los Diablos del Trópico” y se reincorporó al cine mexicano en 1948 en la cinta “Conozco a los dos”, basada en el bolero del mismo nombre.

En 1949 tuvo el rol protagónico en la cinta cómica “Calabacitas tiernas (¡Ay qué bonitas piernas!)” junto a Germán Valdés “Tin Tan”, con quien formó una mancuerna entrañable.

En ese mismo año trabajó en la película “Dicen que soy mujeriego” con Pedro Infante. También participó en la cinta “En cada puerto un amor” con Blanca Estela Pavón. Sus primeros roles protagónicos fueron en las películas cómicas “El colmillo de Buda” y “La vida en broma” junto al popular comediante de origen español Ángel Garasa.

Cabe mencionar que a diferencia de otras de sus colegas rumberas, Amalia realizó pocos melodramas y se inclinó por la comedia ligera, realizando personajes vivificantes.

El pintor José Luis Cuevas definió a la artista de la siguiente manera: “Amalia es una especie de “Tin Tan” femenino”.

En 1950 protagonizó las populares comedias musicales “Ritmos del Caribe” y “Al son del mambo” en la que formó pareja con el comediante Adalberto Martínez “Resortes”. Dicha película sirvió como carta de presentación de Dámaso Pérez Prado y el mambo, en el cine mexicano.

En 1951 participó en “Amor perdido” compartiendo créditos con el actor Víctor Junco. Es uno de sus filmes melodramáticos más recordados.

En 1952 el director chileno Tito Davison reunió a Amalia Aguilar con las actrices Lilia del Valle y Lilia Prado para que participarán en su película cómica de corte feminista “Las tres alegres comadres”. El éxito fue tal que ese mismo año las tres actrices se reunieron en otro filme similar llamado “Las interesadas”, dirigida por Rogelio A. González.

En 1953 la misma fórmula se repitió en las películas “Mis tres viudas alegres” y “Las cariñosas”, en la que Silvia Pinal sustituyó a Lilia Prado. En ese mismo año protagonizó “Los dineros del diablo” con Roberto Cañedo y dirigida por el afamado Alejandro Galindo.

Su último rol estelar fue en “Las viudas del cha cha chá” en 1955. A partir de ahí, solo realizó actuaciones musicales en cintas como “Los platillos voladores” en 1956 y “Los televisionudos” en 1957.

Tras contraer matrimonio con el doctor y político peruano Raúl Beraún Bedoya, Amalia Aguilar se retiró del cine y decidió dedicarse a sus tres hijos que son Daphne, Raúl y Jorge y a su matrimonio. Radicó varios años en Perú, donde fundó cadenas de taquerías. En 1962 falleció su esposo en un accidente aéreo.

En 1976 regresó a México. Estudió Cultura de Belleza y fundó su propio salón.

Regresó al espectáculo para una temporada musical en el Teatro Blanquita con Adalberto Martínez “Resortes” y Rosa Carmina.

En 1981 volvió a Perú y presentó los exitosos espectáculos musicales “Perú… te traigo un son” y “Salsa Caliente 82”.

En 2003 el director mexicano Rafael Montero la convenció de realizar una breve aparición en la película “Dame tu cuerpo” protagonizada por Rafael Sánchez Navarro y Luz María Zetina.

En 2006 fue galardonada con el premio Diosa de Plata, otorgado por PECIME (Periodistas de Cine Mexicano) en reconocimiento a su trayectoria artística.

En 2010 fue homenajeada en la ciudad de Miami, Florida, donde fue reconocida su trayectoria artística y le otorgaron las Llaves de la Ciudad, de manos del alcalde Tomás Regalado.

Estas son las películas en las que participó: “Pervertida” en 1946, “A Night at The Follies” en 1947, “Conozco a los dos”, “Dicen que soy mujeriego” y “En cada puerto un amor” en 1948, “Calabacitas tiernas”, “El gran campeón/Eterno campeón”, “El colmillo de Buda / El diente del dragón”, “Novia a la medida/ Suéltate el pelo” y “La vida en broma” en 1949, “Ritmos del Caribe” y “Al son del mambo” en 1950, “Amor perdido”, “Los huéspedes de La Marquesa (¡Que rico mambo!)” y “Delirio tropical” en 1951, “Las tres alegres comadres” y “Las interesadas” en 1952, “Los dineros del diablo”, “Mis tres viudas alegres” y “Las cariñosas” en 1953, “Música en la noche” y “Las viudas del cha cha chá” en 1955, “Los platillos voladores” en 1956, “Los televisonudos” en 1957 y “Dame tu cuerpo” en 2003.

Descanse en paz.

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