¿Cómo ha cambiado la pandemia a la industria del cine?

Staff/Rossi

Producciones detenidas, salas semi vacías o cerradas por meses, cambios en los programas de apoyo y hasta en la forma de desarrollar proyectos audiovisuales; pero gracias al impulso de mentes creativas y ávidas de contar historias, la industria del cine mexicano sobrevive a los estragos de la pandemia por COVID-19.

El séptimo arte y todas sus áreas fueron una de las industrias más golpeadas por el confinamiento y las restricciones sanitarias. Aún en 2021 y con semáforos epidemiológicos intermitentes, esta industria lucha por recuperarse a pesar de las desalentadoras pérdidas.

Datos de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) señalan que del 1 de enero al 13 de diciembre de 2020, las taquilla mexicanas recaudaron poco más de 3 mil 500 millones de pesos, cifra que representa 80.6% menos ingresos en comparación con el mismo periodo de 2019.

“Sin duda 2020 fue un año atípico y desafiante para el cine mexicano. Desde el inicio del confinamiento la comunidad artística luchó por adaptarse a los cambios y encontró en ellos la inspiración e innovación necesarias para fortalecer a la industria a través de desarrollar nuevas formas de crear y distribuir obras que sean reflejo de lo resilientes que somos”, afirma Mauricio Almeida, Founder y CEO de Scouter, plataforma de búsqueda de locaciones para proyectos audiovisuales.

A pesar de las estrictas medidas de protección sanitaria, la intermitencia en las operaciones de las salas de cine y el aforo limitado no han podido paliar los efectos de la pandemia y la difusión de obras audiovisuales no ha tenido una recuperación significativa.

Al respecto, el fundador de Scouter añade que “los espacios que fomentan la difusión y la creación de proyectos audiovisuales han tomado vital importancia tras la aparición de la pandemia. Estos tiempos adversos nos han reiterado el sentido social del séptimo arte como compañero, reflejo y maestro para millones de personas en todo el mundo”.

Un oasis en el desierto

Si bien los desafíos para el cine no han sido pocos, la tecnología y el desarrollo de proyectos que contribuyan a agilizar la labor de preproducción, producción y postproducción de proyectos audiovisuales ha sido clave para el cine nacional.

“La pandemia fue una invitación para replantear la forma en que hacemos cine y la tecnología ha sido un aliado fundamental para agilizar gran parte del proceso. Hoy en día contamos con plataformas y herramientas digitales asequibles y eficientes que a su vez son un impulso para que los nuevos cineastas tengan a su alcance los instrumentos necesarios para materializar sus ideas”, señala Almeida.

Prueba de ello es el cortometraje Pablo, creado por la productora independiente Filmingo. Esta obra se grabó en Jalisco en medio del confinamiento por COVID-19 y contó con el apoyo de herramientas digitales para su creación y difusión. Su alcance ha sido tal que se ha presentado y ha sido galardonada en diversos festivales de cine en todo el mundo.

Un desafíos tras otro

Otro de los desafíos determinantes para el cine mexicano en 2020 fue el análisis y posterior entrada en vigor de los Lineamientos para la Operación del Programa Fomento al Cine Mexicano. Esta nueva iniciativa suscitó un fuerte debate en la Cámara de Diputados al que acudieron diversos miembros de la comunidad cinematográfica como Guillermo del Toro o Gael García Bernal, quienes defendieron la importancia de contar apoyos como el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine).

Los nuevos lineamientos sustituyen al Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine) y al Fidecine, entre las modificaciones se establece que el apoyo gubernamental no deberá ser mayor al 80% del costo total de la producción. Además, dicho presupuesto podrá dividirse entre diferentes ejercicios fiscales.

El apoyo al cine nacional representa parte importante de la industria, ya que de acuerdo con el Anuario Estadístico 2019 del Imcine, ese año el 49% de las producciones audiovisuales mexicanas se realizaron con algún apoyo por parte del Estado.

Para el fundador de Scouter, el cine nacional tiene una gran proyección y el apoyo a esta industria tendrá grandes repercusiones tanto al incentivar el talento de los nuevos creadores, así como en la generación de empleos. “Si gana el cine mexicano ganamos todos”, finaliza.

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