Estados Unidos aportará 4000 millones de dólares al COVAX, anuncia Biden

PRNewswire

Estados Unidos apoyará con 4000 millones de dólares al mecanismo COVAX, anunció este viernes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Edición Especial de la Conferencia sobre Seguridad celebrada de forma virtual desde Munich, Alemania, con la participación de la canciller de ese país, Angela Merkel; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el Secretario General de la ONU, António Guterres.

En su primera intervención en un cónclave internacional, Biden indicó que la aportación estadounidense al mecanismo que busca la distribución equitativa de las vacunas COVID-19 a los países de renta baja y media se dividirá en varias etapas.

Estados Unidos se compromete a impulsar al COVAX, la iniciativa mundial que garantiza el acceso rápido y equitativo de estas a todos los países independientemente de su nivel de ingresos, “con la promesa de 2000 millones de dólares iniciales que tienen la intención de propiciar que otros también contribuyan”, dijo.

Tras resaltar el cambio de política de su gobierno con respecto a los últimos cuatro años, el mandatario exhortó a los líderes europeos a trabajar unidos “para fortalecer la Organización Mundial de la Salud” frente a las contingencias que puedan presentarse en el porvenir.

“Mientras tratamos de salir del lastre de esta pandemia, el resurgimiento del ébola en África es un fuerte recordatorio de que tenemos que trabajar simultáneamente en varios frentes para financiar los servicios de salud seguros de una vez por todas, fortalecer los sistemas sanitarios globales y crear sistemas de alerta temprana para prevenir, detectar y responder a futuras amenazas biológicas, porque las habrá. (…) Necesitamos un sistema de la ONU centrado en amenazas biológicas que se pueda mover rápidamente para detonar las acciones por emprender”, enfatizó Biden.

El G7 promete en total 4300 millones de dólares

El director general de la OMS, quien también participó en la conferencia, acogió con beneplácito el compromiso de Estados Unidos, así como los de los países del G7 con el COVAX y con la distribución equitativa de las inmunizaciones, y expresó confianza en las muestras de solidaridad y multilateralismo de los dignatarios.

El G7, que se reunió esta mañana, antes de la Conferencia sobre Seguridad, prometió aportar al COVAX un total de 4300 millones de dólares (incluyendo los 2000 millones iniciales de Estados Unidos), lo que elevaría a 10.300 millones de dólares los recursos con los que cuenta el mecanismo. No obstante, aún queda un déficit de 22.900 millones para financiar los trabajos de 2021.

“Existe un movimiento creciente detrás de la equidad de las vacunas… (…) No se puede actuar como de costumbre. Existe una necesidad urgente de que los países compartan dosis y tecnología, amplíen la fabricación y garanticen un suministro sostenible de vacunas para que todos, en todas partes, puedan recibir una vacuna”, apuntó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Vacunas para salvar vidas y economías

El Secretario General de las Naciones Unidas, primer orador de la jornada, reiteró la urgencia de diseñar e implementar un plan mundial de vacunación multisectorial que ponga al alcance de todos, en todas partes, las inmunizaciones contra el coronavirus causante del COVID-19. También abogó nuevamente por encomendar esa tarea al G20 y refrendó la disposición del sistema de la ONU para apoyar el esfuerzo.

António Guterres insistió en la importancia de la distribución equitativa “para salvar vidas y salvar economías”.

“Los países deben compartir el exceso de dosis y proporcionar los miles de millones necesarios para que la iniciativa COVAX funcione a toda su capacidad. También necesitamos al menos duplicar la capacidad de fabricación mundial, mediante el intercambio de licencias y la transferencia de tecnología”, recalcó.

Catástrofe climática

Durante su intervención, Guterres destacó cuatro imperativos para enfrentar los desafíos globales, que hasta ahora sólo reciben respuestas “fragmentadas e insuficientes”. La pandemia, consideró, ha expuesto las profundas fisuras y fragilidades del mundo.

Ante la catástrofe climática que se avecina, aseveró que deben alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadores a mediados de siglo y mencionó dos medidas para avanzar en esa dirección: ponerle precio al carbono y acabar con los subsidios a la extracción de combustibles fósiles, promoviendo la inversión en energías limpias.

Geopolítica y gobernanza global

La tercera prioridad se refiere al alivio de las tensiones geopolíticas y el fortalecimiento de la diplomacia para la paz, señaló.

“No podemos resolver los mayores problemas cuando las mayores potencias están en desacuerdo. Nuestro mundo no puede permitirse un futuro en el que las dos economías más grandes dividan el planeta en dos partes opuestas, cada una con su propia moneda dominante y reglas comerciales y financieras, su propio internet y su capacidad y estrategia de inteligencia artificial”, puntualizó Guterres, advirtiendo que la brecha tecnológica entre esas partes podría convertirse en una brecha militar.

En cuarto lugar, el jefe de la ONU llamó a redefinir la gobernanza global para este siglo.

“Nuestros principios comunes deben perdurar durante el siglo XXI. Esto significa asegurar nuevas formas de entregar bienes públicos globales, construir una globalización justa y resolver desafíos comunes. (…) Necesitamos fortalecer el multilateralismo”, acotó.

Alertó contra la creencia de que la multipolaridad que se está gestando garantizará la paz y exhortó a recordar que a principios del siglo XX Europa era multipolar pero no tenía mecanismos de gobernanza multilaterales. “El resultado fue la Primera Guerra Mundial”, dijo.

Guterres hizo hincapié en que éste es el año en el que el mundo debe volver al camino correcto hacia la paz, la salud y el desarrollo sostenible.

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