Staff/Rossi
El dispositivo, que fue diseñado para facilitar la comunicación de las personas con discapacidad auditiva o para quienes es indispensable leer o mostrar los labios para entender y expresarse, se puede adquirir en la tienda Soy ITESO, tanto en el campus como en línea.
Para quienes utilizan el lenguaje de señas como su principal modo de comunicarse, expresar palabras tan sencillas como “miel” o “rojo” se complica a causa del uso del cubrebocas, ya que los labios son indispensables para poder entender y comunicarse, aunque las manos sean su principal herramienta.
La pandemia ha ralentizado los procesos de enseñanza-aprendizaje en general, pero los sectores más afectados han sido los estudiantes que recién se inician en la lectura o que están aprendiendo una nueva lengua. La mayoría de los cubrebocas en el mercado tapan el rostro desde la nariz hasta el mentón y los dispositivos que ofrecen algún tipo de transparencia no garantizan su efectividad contra el virus SARS-CoV-2.
Tan sólo en Jalisco hay más de un millón 250 mil estudiantes en nivel preescolar y primaria, de acuerdo con datos del Instituto de Información Estadística y Geografía de Jalisco (IIEG). La Secretaría de Educación de Jalisco (SEJ) reporta más de mil 700 estudiantes con discapacidad auditiva en escuelas públicas y privadas. Notas periodísticas estiman que alrededor de 30 mil niños viven con Trastorno del Espectro Autista en Jalisco.
Contar con un cubrebocas transparente que facilite la comunicación y el proceso de aprendizaje, que además sea una protección adecuada para disminuir las posibilidades de contagio del virus, es vital para todos estos sectores, así como para los familiares y profesionales involucrados con estos grupos.
Con esa necesidad en mente, un grupo multidisciplinario de estudiantes del ITESO diseñó Brankia, un cubrebocas transparente que tiene la inclusión y el cuidado de la salud como sus principales premisas. El dispositivo es lavable, fácil de colocar y diseñado para adaptarse a la ergonomía promedio de las personas mexicanas. Además, obliga al usuario a utilizar ambas manos para su colocación, evitando que la persona se toque la cara durante el proceso (considerado un factor de riesgo de contagio).
El paquete, ya a la venta al público general, tanto en la tienda física (en el campus) como en la virtual Soy ITESO, consta de un cubrebocas transparente de PVC flexible, dos portafiltros, tres pares de filtros y dos bandas elásticas y está disponible por 99.50 pesos. También se comercializan paquetes con cinco pares de filtros por 49.50 pesos (es recomendable cambiar los filtros de Brankia cada 72 horas después de su uso, a fin de que cumplan de manera óptima con su objetivo de retener hasta 95 por ciento de las partículas aéreas).
Sara Ortiz Cantú, coordinadora de la Unidad de Transferencia de Conocimiento del Centro para la Gestión de la Innovación y la Tecnología (Cegint) del ITESO, señala que el cubrebocas estará próximamente en más de 100 puntos de venta a lo largo de todo el país gracias a la Operadora Lob, responsable de la distribución para las tiendas del mismo nombre, y las islas Facebug.
Adelanta que se están revisando otras opciones de contratos para expandir los canales de distribución para el sector farmacéutico y tiendas en línea, entre otros.
El equipo Brankia trabajó en los últimos meses en la optimización de los portafiltros y en obtener los mejores insumos para su fabricación, la cual corre a cargo de una empresa jalisciense. El primer lote consta de 20 mil unidades y la producción total será de 100 mil.
El registro del cubrebocas ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) está en trámite.
El ITESO hará donaciones a sectores vulnerables
En vista de la situación de desigualdad social que se ha visto recrudecida por la pandemia del Covid-19, el ITESO buscará hacer donaciones de cubrebocas Brankia a sectores vulnerables.
Ortiz señala que el modelo de negocios contempla que por la compra de un dispositivo prácticamente se pueda donar uno más.
El equipo que desarrolló el cubrebocas en el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) “Diseño e ingeniería de objetos para la mitigación y combate de desastres y contingencias” fue coordinado por el profesor Miguel Huerta Gutiérrez, y estuvo integrado por el estudiante César Iván Velarde, de Ingeniería Mecánica, y los ahora egresados Oliver Mederos, de la misma ingeniería; Andrea Zúñiga, de Ingeniería Industrial, y Brenda Paulina Ramírez y Elena Michelle González, de la Licenciatura en Diseño.
Para mayor información sobre Brankia visita el sitio www.iteso.mx/cubrebocas o escribe al correo electrónico cubrebocas@iteso.mx
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