Jorge Barrientos
En el marco del día Internacional del Mariachi, muchos de ellos han modificado su forma de trabajar ante la pandemia, Sandra Berenice Andrade Reyes es mariachi desde hace 13 años y sin duda el Covid ha hecho un tanto difícil realizar esta actividad, como se hacía habitualmente, por lo que ahora canta “ciberserenatas”, las cuales le permiten sobrevivir, dado que esta actividad es considerada como no esencial.
El mariachi es alegría y fiesta. Símbolo de México, es reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, aunque hoy atraviesa su etapa más crítica por la pandemia, por esto la cantante y músico del Mariachi Bicentenario dijo que a 11 meses de que haya iniciado el confinamiento la situación ha sido difícil para su oficio, pues sabe que varios de sus compañeros han tenido que vender sus instrumentos o equipos de trabajo para obtener algún ingreso económico.
Hay mariachis que la necesidad los ha orillado a otros extremos, como buscar un segundo o tercer empleo. Es cuando los sones y las melodías rancheras, de desamor y sacrificios románticos no son suficientes para llevar el pan a la mesa.
Sandra Berenice dijo que a diferencia de ellos a su mariachi llamado Bicentenario de Ciudad Serdán no le ha ido tan mal, si bien antes tenían 10 presentaciones en un mes ahora tienen 5, debido a que en su región ocupan toda su música, ya sea por tristeza o alegría.
Debido a la pandemia no pueden tener tantas presentaciones como antes, pero en su lugar están las “ciberserenatas”, las cuales pueden ser desde una canción hasta una hora y el precio depende del pedido del cliente, incluso dijo que por una canción puede cobrar desde 100 pesos todo depende de la dificultad de la interpretación y la vestimenta.
“A nosotros no nos gusta irnos a exponer, ni mucho menos exponer a nuestra familia, nosotros vamos porque tenemos para trabajar, ya que no hay para comer, invito a generar programas que incluyan a todas las personas que dependemos de lo artístico, pues no queremos que nos solucione la vida, solo queremos que nos permitan trabajar.
Porque a pesar de todo estamos en desventaja con otras profesiones, los maestros tienen sindicatos, los doctores tienen seguro, pero nosotros no, nadie nos apoya, pues nadie nos pregunta si necesitamos pagar nuestros servicios básicos”,
Finalmente, Andrade Reyes dijo que a sus inicios era un sueño el cantar y tocar música vernácula ahora es toda una realidad y seguirá luchando por ello, aseguró que durante todo este tiempo han pasado de todo, pero lo que más la ha marcado fue la muerte de su padre, no pudo ir a su entierro pues tenía una presentación, cumplió con su participación, pero por dentro lloraba por la pena de haber perdido a su ser querido.
Este 21 de enero, es el Día Mundial del Mariachi. Esos músicos que hacen que se enchine la piel al escucharlos fuera de nuestra patria, pero que, en esta tierra, nos acompañan en cada sonrisa, en cada lágrima, en cada abrazo y en cada despedida. Y un día, sonarán con tanta fuerza, como antes de la pandemia.
Gracias por tu aportación. Feliz semana.