Algunos datos interesantes y anécdotas sobre la vida y obra de Agustín Lara

“Sin Pretextos”

Por Mino D’Blanc

El primer programa de radio en el que trabajó el que esto escribe fue “El Estudio de Lara y sus Invitados”. En el año 2000 cuando se cumplieron 30 años del fallecimiento del célebre compositor, escribí para Televisa un programa sobre la vida del músico poeta, que fue dirigido en ese tiempo por don Miguel Ángel Salazar, quien tenía basta experiencia en el terreno discográfico y quien era director artístico de Televisa Puebla; de hecho, él junto con el ingeniero Luis Gabriel Alatorre Álvarez, de gratísima memoria para mí y de quien aprendí muchísimo en la televisión, me invitaron a participar como escritor para dicho homenaje.

En esta columna menciono algunos datos interesantes y anécdotas sobre la vida de Lara.

El viernes 6 de noviembre de 1970 trascendió a la eternidad del Arte y la Cultura, dejando su nombre inscrito en letras de oro como uno de los mejores compositores de todos los tiempos que México ha dado a la historia del mundo, Agustín Lara.

Muchas anécdotas hay en relación a la vida y obra del músico poeta como también fue conocido cariñosamente.

Su tía Refugio quien era directora del Hospicio de Niños de Coyoacán, fue la que le quiso inculcar el gusto por el piano, pero Lara se opuso a aprender por nota.

La primera canción registrada de las más de 500 que compuso fue “La prisionera” en el año 1926. La primera canción que fue grabada resultando un éxito total fue “Imposible”. La grabaron el martes 2 de octubre de 1928 el trío Garnica Asencio.

Se casó con la poblana Angelina Bruschetta. Ella escribió un libro titulado “Agustín Lara y yo”.

La primera incursión radiofónica de Lara fue en la XEB del Buen Tono en 1929. Interpretó algunos tangos y boleros autoría suya. Al terminar su actuación, recibió como pago una polvera esmaltada y un paquete de cigarros “Canela pura”, fabricados por el Buen Tono S.A.

El jueves 18 de septiembre de 1930 fue uno de los artistas que inauguraron la XEW, propiedad de don Emilio Azcárraga Vidaurrieta; la madre del mismo empresario fue la que realizó la decoración de la estación. En el programa inaugural que se transmitió a las 20:00 horas participaron además de Agustín Lara, Ortiz Tirado, el tenor Juan Arvizu, Josefina “Chacha” Aguilar, la Marimba Chiapaneca de los hermanos Foquez, la Orquesta Típica de la Policía de Miguel Lerdo de Tejada, el compositor Jorge del Moral, Nértor Mesta Chaires y Ana María Fernández.

La primera película sonora mexicana fue “Santa” filmada en 1931 y estrenada el 30 de marzo de 1932. Fue protagonizada por Lupita Tovar y Carlos Orellana, dirigida por Antonio Moreno, historia de Federico Gamboa, con guion el propio Gamboa y Carlos Noriega Hope. La dirección musical fue de Miguel Lerdo de Tejada. El tema principal de la película fue la canción “Santa” de Agustín Lara, con la que comenzó su interminable aportación al cine, entre las que destacan “Novillero” en 1936, “Noche de ronda” en 1942, “Mujer” y “Humo en los ojos” en 1946, “Revancha” en 1948, “Perdida” y “Coqueta” en 1949, que debieron mucho de su éxito taquillero a las canciones de Lara.

En 1936 un crítico escribió: “Lara no ha escrito una sola canción mexicana. “Aventurera”, “Perdida”, “Cortesona”, son sus títulos favoritos. Sólo faltan “Horizontal” y “Ramera”. Ante el escándalo provocado por dicho escrito, la Secretaría de Educación Pública prohibió que en las escuelas se cantarán las canciones de Lara.

En 1943 fue filmada otra versión de la película “Santa”, esa vez dirigida por el norteamericano Norman Foster, en la que se volvió a usar como tema musical la canción de Lara.

Su incursión como actor en el séptimo arte se dio en 1946 en la película “Novillero” al lado de Lorenzo Garza y Luz María Bautista. El tema musical de dicha cinta fue el pasodoble del mismo nombre, compuesto por el propio músico poeta.

En la película “Coqueta” filmada en 1949, basada en la melodramática novela de don Federico Gamboa, fueron usadas varias canciones de Lara como “Siempre te vas”, “Oye la marimba”, “Escarcha”, “Noche de ronda”, “Madrid” y “Amor de mis amores”. En dicha película, Agustín Lara da vida a Rubén, un músico ciego que mata loco de celos a una mujer, representada por Ninón Sevilla.

En “Perdida” filmada ese mismo año, Lara interpreta a un músico famoso que aloja en su casa a una dama -personificada nuevamente por Ninón Sevilla- y se enamora de ella. El final de dicha película es trágico, ya que el músico no puede evitar que ella se suicide. En dicha cinta son usadas las canciones “Oración Caribe” y “Talismán”.

En “La mujer que yo amé” filmada en 1956 Lara aparece como Agustín, el pianista del cabaret costeño “Los Siete Mares”.

En 1958 fue filmada la película “La vida de Agustín Lara”, dirigida por Alejandro Galindo con guion de él mismo y de Ricardo Garibay. El actor que personificó magistralmente a Lara fue Germán Robles. La película narra desde el regreso del músico poeta como pianista de burdel, donde conoce a una prostituta que siempre será su símbolo de amor. También presenta la historia de la cicatriz en el rostro, los éxitos, su matrimonio con una famosa actriz y su constante recuerdo.

El “Flaco de Oro”, como también fue conocido, tuvo que responder a dos demandas de plagio. Una de ellas fue presentada por Chucho Monge, debido a que consideró que la canción “María Bonita” tenía grandes similitudes melódicas con su canción “El remero”. La segunda demanda la hizo Porfirio del Rasso quien afirmó que la canción “Pecadora” era idéntica a la suya titulada “Nunca volveré”, pero Lara se inspiró para componer en tono de broma la siguiente canción:

“Primero vino Imposible

y luego Mujer y Rosa

y después el Farolito

y luego Noche de Ronda

y por fin María Bonita

y enseguida Pecadora.

Mi frente tan soñadora

pensaba en el exitazo

y para mi cruel martirio

y para mi mayor fracaso,

resultó que Pecadora

la compuso don Porfirio

cuando fue soldado raso”.

Las hermanas Águila, quienes fueron intérpretes de varias canciones de Agustín Lara: “El Teatro Million Dollar en Los Ángeles (California, Estados Unidos), es a donde van a trabajar todos los artistas latinoamericanos y desde luego nosotros los mexicanos. Este teatro no tenía en sus camerinos clima artificial y todos nos ahogábamos de calor. En ese lugar se habían presentado las señoras María Félix, Dolores del Río y Marga López, así como Jorge Negrete y otras luminarias y nunca lograron que pusieran el aire acondicionado. En una temporada en que actuaba ahí Agustín Lara, una noche salió al escenario con un enorme termómetro y dijo al público: “La empresa de este teatro no cree que nosotros somos dignos ni merecedores de tener aire acondicionado en los camerinos. Véanme ustedes, ¿de dónde creen que he rebajado ya dos kilos? Será de pellejo, pero ya los bajé. Y yo creo que como somos mexicanos, los empresarios no creen necesario que tengamos comodidad”. En la gran sala que se encontraba repleta, empezó a crecer un murmullo de desaprobación. Y a la hora ya estaban los aparatos de aire acondicionado instalados en los camerinos. Desde entonces todos los artistas tenemos esa comodidad en el Teatro Million Dollar de Los Ángeles.

En 1945 compuso “Palabras de Mujer”. La letra original decía “aunque no quiera Dios, ni quieras tú, ni quiera yo…”. Tanto la iglesia católica, como la liga de la decencia armaron un escándalo y la canción fue retirada, por lo que Lara tuvo que cambiar la letra a “aunque no quieras tú, ni quiera yo, lo quiso Dios…”.

Sobre la relación que tuvo con María Félix, le compuso a la actriz la canción “María Bonita” en 1947. Cuando La Doña se fue a España, en 1948 Lara compuso el chotis “Madrid” que dicta:

“Cuando llegues a Madrid chulona mía,

voy a hacerte emperatriz de Lavapiés,

y alfombrarte con claveles la gran vía

y a bañarte con vinillo de jerez…”.

En 1960 le preguntaron a Lara si todavía amaba a María Félix y él respondió: “no amo ya ni el recuerdo siguiera de esa dama. Lo que amo, por extraño que parezca, es el espacio de tiempo en que la amé. Las horas físicas. El espacio material… No fue un amor barato, fue un amor de millones, donde me quedé con la mayor parte. Su inspiración me produjo mucho dinero con mis canciones. En los negocios, como en la vida y en el amor, María y yo estamos parejos”.

En teatro, el primer actor Miguel Pizarro personificó al maestro Agustín Lara.

50 años que trascendió a la eternidad de la inmortalidad artística el músico poeta y está más vivo que nunca en cada una de sus canciones y en cada uno de los compositores en los que ha sido, es y seguirá siendo influencia. Por los que vienen y los que vendrán con poesías que acarician el alma y notas que incitan el oído, hoy, mañana y siempre ¡Que viva Lara y sus canciones!

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