Debate
Por Roberto Desachy Severino
“Estamos de regreso”, “podemos ganar solos”, “la gente volvió a confiar en nosotros” son algunas de las frases de dirigentes del PRI, como Alejandro Moreno, Néstor Camarillo y demás fauna del tricolor, que delatan el estúpido triunfalismo que les invade después del espejismo que les representó el retener los estados de Hidalgo y Coahuila.
Orondos, soberbios torpes, los dirigentes nacional y estatal del tricolor, Alejandro Moreno y Néstor Camarillo Medina, respectivamente, necesitan clases urgentes de matemáticas y/o de ingeniería electoral, porque lo peor que pueden hacer es soñar o creer que las elecciones del domingo pasado en dichos estados serán –en automático-un adelanto de lo que ocurrirá en los comicios concurrentes de junio del 2021: El PRI puede ganar solo: Camarillo Medina
Coahuila e Hidalgo no son entidades de peso en términos electorales a nivel nacional. Entre los dos suman apenas 4 millones 407 mil votantes, cuando el padrón total del INE supera los 91 millones de ciudadanos. Ello implica que los estados ganados por el PRI el domingo pasado no suman ni el 5 por ciento de la gente que el año entrante tendrá derecho de votar: Estadísticas Lista Nominal y Padrón Electoral
Además, Alejandro Moreno se olvida de que los “grandes” triunfos de su partido del domingo pasado se dan en estados SIEMPRE GOBERNADOS POR EL PRI. A la hora del voto, los coahuilenses e hidalguenses permanentemente han elegido a los priístas, pese a que Coahuila ha sido maltratado por personajes corruptos como los hermanos Humberto y Rubén Moreira, por ejemplo.
PRI GANA…DONDE SIEMPRE Y CON GOBERNADORES PRIÍSTAS
¿Y qué decir de Hidalgo?, una de las entidades con índice muy alto de marginación (1.17) y que, pese a ello o quizás por esa misma razón, siempre ha sido gobernada por el priísmo, pese a que entre sus mandatarios se cuenta personajes tan turbios como Adolfo Murillo Karam, Miguel Ángel Osorio Chong, etc: Resultados en Hidalgo y Coahuila dejan claro que el PRI está de regreso: Alejandro Moreno
En el caso de los actuales mandatarios de dichas entidades, Miguel Riquelme (Coahuila) es el quinto mejor calificado del país, mientras Omar Fayad (Hidalgo) se encuentra en el lugar 13, de acuerdo al ranking de septiembre de Consulta Mitofsky.
Aparte de que los vigentes gobernadores son del PRI y cuentan con una calificación ciudadana aceptable, es claro que el elevado abstencionismo del domingo ayudó al tricolor, debido a que en Coahuila votó menos del 40 por ciento del padrón y en Hidalgo la participación de la gente no llegó al 49%: El abstencionismo supera el 50% en las elecciones de Coahuila e Hidalgo
PRI, CONDENADO A SER “BIZAGRA” EN EL 2021
Así que – si en realidad Alejandro Moreno, Néstor Camarillo y demás cúpula priísta sueña con que los procesos del domingo pasado son un preámbulo fiel de lo que podría ocurrir en las elecciones concurrentes del año entrante- está cayendo en un autoengaño, en un mero espejismo, porque encuestadoras serias, como Consulta Mitofsky y Factométrica, han señalado que los comicios del 2021 serán un chile a chile entre Morena y el PAN: Elecciones 2021: ¿La confirmación de la 4T o el resurgir del PAN y, en menor medida, del PRI?
Según Factométrica, de los 15 estados donde se votará por las gubernaturas el año entrante morenistas y panistas aventajan en todos, mientras los priístas apenas son competitivos en unos cuantos, como Sonora o Tlaxcala: Así van Colima, Nayarit, Michoacán y Tlaxcala: FactoMétrica
Por lo mismo, aunque Alito y demás intenten negar la vergonzosa realidad, el PRI está destinado a ser un “partido bizagra” en el 2021; es decir, a concretar alianzas – quizás desventajosas para el priísmo- con Morena y/o el PAN para ser competitivo. De lo contrario, desaparecerá del contexto político electoral del país.