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Tokio, 25 jun (EFE).- La farmacéutica nipona Agnes anunció este jueves que comenzará a probar la próxima semana en humanos una potencial vacuna genética contra la COVID-19, con el objetivo de poder producirla a gran escala en 2021.
La farmacéutica iniciará los ensayos clínicos tras obtener la autorización de un panel de expertos sanitarios del Hospital Universitario de Osaka (oeste de Japón), que colabora en el proyecto, y después de haber probado con éxito la vacuna en ratones, según informó en un comunicado.
La vacuna, la primera dirigida a la COVID-19 que será probada en humanos en Japón, contiene ADN modificado para codificar las proteínas del nuevo coronavirus, ante las cuales el sistema inmunitario del paciente respondería generando anticuerpos contra el patógeno.
El fármaco se inoculará inicialmente a una treintena de trabajadores sanitarios del Hospital Universitario de Osaka desde el próximo martes, y hacia octubre los test se extenderán a varios centenares de personas para analizar su seguridad y sus posibles efectos secundarios, según explicó la empresa.
En caso de que las pruebas avancen de forma positiva, la farmacéutica espera obtener la autorización para poder manufacturar y distribuir la vacuna a nivel nacional a partir de marzo o abril del próximo año.
Se trata de la primera vacuna que llega a fase de pruebas clínicas en Japón, mientras que a nivel global hay en torno a una decena de fármacos de este tipo que ya han comenzado a probarse en humanos.
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