Carlos Javier Jarquín

Este pasado 11 de setiembre se conmemoró el 18 aniversario de “los atentados del 11 de septiembre de 2001 (denominados comúnmente como 9-11) produciendo la muerte de casi 3.000 personas e hiriendo a otras 6.000 entre trabajadores, personal de emergencias y cuerpos de seguridad. A su vez, se registró la destrucción de todo el complejo de edificios del World Trade Center (incluidas las Torres Gemelas) en Nueva York.” Este lamentable acontecimiento fue asombro de tristeza para todo el mundo, fue una tragedia imborrable. Que triste haber iniciado el siglo con enorme provocación de violencia, en el siglo pasado injustamente e innecesariamente murieron millones y millones de personas de distintas formas, los causantes principales que generaron esas violencias en su mayoría fueron políticos especialmente (los dictadores).

Al parecer el hombre nunca podrá aprender a vivir en vivo lustre de paz, todos estos colosos y tristes acontecimientos que la historia constantemente nos recuerda deben ser mensajes de profunda reflexión, en especial para los que provocan infinidades de desgracias, deben entender que cultivar maldad ningún beneficio extra irán a obtener, ningún ser humano está autorizado para limitarle los derechos a otro ciudadano, gozar de máximo nivel intelectual o ser multimillonario no te da licencia de despreciar y humillar al prójimo.

No tenemos porque seguir repitiendo la historia, si la vamos a repetir que sea esa historia de felicidad y progreso, así como el hombre está preocupado por relucir en tecnología, también deberían preocuparse por reducir la pobreza que desborda inquietud global, así como en muchos países están compitiendo en construir el mejor “armamentos de guerras”, mejor deberían competir en darle educación sublime al pueblo, no sigamos compartiendo ni repartiendo odio, si vamos a compartir que sean culturas, principios y conocimientos que derramen grandeza universal acompañados de infinita belleza.

Por las actitudes de pocos líderes se tiene certeza que la humanidad jamás podrá vivir en eminencia plenitud, el daño que muchos pensamientos impuros estimulan no puede describirse con palabras, el paisaje del sufrimiento en gran parte del mundo es de verdadero horror, hay personas de diferentes edades que viven con gran firmeza de innumerables acciones violentas, realizadas por personas de escasos y sórdidos sentimientos, salvarse de cualquier opresor es un reto que no todo el que se lo propone puede triunfar […].

Recital poético “la esperanza después de la muerte”

Los artistas y escritores que protestan a través de su arte son héroes para la mayoría del pueblo, y enemigos para todos aquellos que trabajan aplicadamente en contaminar un mundo de protervia. Este pasado jueves 12 de setiembre en la Biblioteca Nacional de Costa Rica “Miguel Obregón Lizano” a las (5:30 pm hora local) se realizó un solemne recital poético “en conmemoración del 18 aniversario de los hechos del 11 de setiembre del 2001 la esperanza después de la muerte”, los poetas que cordialmente se dieron cita fueron; Rebeca Bolaños, Carlos Bonilla, Laura Gómez y Roig Fernández.

El poeta Carlos Bonilla sobre esta hermosa actividad dijo: “El recital se enmarcó en la conmemoración del 11-09-2001 con un enfoque desde la esperanza. La temática de cada poeta participante fue variada, aunque prevaleció la denuncia de realidades y situaciones de opresión o angustias personales o colectivas (como el hecho que se conmemoraba, así como alusiones al otro 11-9, el nuestro, el latinoamericano) adobada esa denuncia con poemas que convocaban a la esperanza y a la posibilidad de construirnos como mejores personas, mejores comunidades, mejores países”.