Detectan la potente erupción volcánica que amenazó al mundo antiguo

ABC CIENCIA

Científicos han logrado datar la fecha de la erupción del Ilopango, por primera vez. Se sumó a otra para bajar las temperaturas y provocar hambrunas.

En los últimos 2.000 años el planeta ha atravesado dos importantes cambios climáticos, la Anomalía Climática Medieval y la Pequeña Edad del Hielo, aunque ninguno ha sido tan profundo como el que está pasando actualmente: el calentamiento global antropogénico observado en los últimos 150 años. Sin embargo, en el pasado ha habido más momentos en que el planeta puso contra las cuerdas a los pobladores humanos.

Una de estas situaciones ocurrió en el siglo VI. Las temperaturas bajaron en el hemisferio norte, se perdieron muchas cosechas, llegó el hambre y la peste bubónica. Parece que el detonante de esta situación fueron un par de erupciones volcánicas que contaminaron la atmósfera. Se sabe que una ocurrió en Islandia o América del Norte, en torno al año 536 ( considerado por algunos como el peor año de la historia), y que la otra tuvo lugar en torno al año 540. Pero se desconocía dónde había ocurrido esta.

Ahora, un grupo de investigadores ha sugerido dónde pudo ocurrir la segunda. En un estudio que se ha publicado en Quaternary Science Reviews, han vinculado esta situación con la erupción del volcán Ilopango, en El Salvador, que generó una pluma volcánica de hasta 50 kilómetros de altura. Ahora, por primera vez, los investigadores han situado una fecha para dicha erupción, y esta ha resultado ser compatible con la drástica caída de las temperaturas registrada en el hemisferio norte.

Muerte en kilómetros a la redonda

Los científicos tomaron muestras de tres troncos enterrados en las cenizas, a una distancia de 25 a 30 kilómetros del lago que cubre la caldera de Ilopango hoy en día. Probablemente, estos árboles murieron después de ser envueltos por los vientos calientes y huracanados generados por la erupción, cargados de gases, cenizas y pumitas.

En el laboratorio, estimaron la edad de distintos cortes de estos troncos, a través del estudio de los los anillos de crecimiento y de la datación por carbono 14.

Los análisis mostraron que los árboles murieron entre los años 500 y 545. Además, basándose en modelos atmosféricos, los investigadores han estimado que la erupción del Ilopango ocurrió en el otoño del año 539. Esto explicaría el enfriamiento global, el hambre y una reducción temporal en la construcción de monumentos mayas detectada por los arqueólogos.

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