Proceso
El empresario regiomontano, Enrique Herrera Martínez sabía que nadie de las decenas de personas que asistieron a la subasta de vehículos en la Base Militar de Santa Lucía compraría el auto más caro que tenía el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Un vehículo Audi A8, W12, año 2012, con nivel de blindaje VI (anti-atentado y anti-perforante), con poco más de cuatro mil kilómetros recorridos entre los trayectos que hacían los primeros ministros cómo Angela Merkel, de Alemania; el príncipe Carlos de Inglaterra; el rey Felipe de España y su esposa Letizia y otros representantes de nivel internacional.
Dicho auto, estaba en ahí sobre el pavimento de la Base Aérea, como una pieza de museo, con su color obscuro y los vidrios en los que solo se ve el reflejo de quienes lo admiran, con las llantas prácticamente nuevas y en el parabrisas una etiqueta con el número de lote 1 y con el precio de un millón 991 mil 300 pesos.
El más caro de los 218 lotes de vehículos que Andrés Manuel López Obrador decidió subastar para eliminar los lujos del gobierno.
Herrera Martínez, quién es director general de TPS Armoring, no fue por el Audi en el primer llamado, el cual fue declarado desierto. Su estrategia radicó en que al final de la subasta, cuando la gente ya habían abandonado el lugar y solo unos cuantos se quedaron al repaso de los lotes desiertos, el empresario y coleccionista de autos levantó su paleta por el precio de salida del auto más lujoso en Santa Lucía.
Nadie dio más y a nadie le interesó.
Solo los reporteros, ante quienes reconoció que el costo era muy elevado, pero valía la pena por lo que significaba, “porque transportó a personas de gran envergadura, a presidentes de otros países”, señaló Herrera.
El directivo agregará ese vehículo a su colección, pero también adelantó que se buscará rentar a los mandatarios que vengan del exterior. Según él ganador de la subasta y conocedor del auto, la renta es de unos 40 mil pesos diarios.
A la mayoría de los asistentes no les interesó adquirir un vehículo blindado ya que casi todos los lotes de camionetas de la marca Tahoe, con diferentes tipos de blindajes, quedaron desiertas.
En contraste, la batalla por el “quién da más”, se dio entre quienes querían ser dueños de tractores, tractocamiones y camionetas tipo van, todas para transporte de mercancías.
Ahí por ejemplo, una Cargo Van 2007 con un precio de salida de 33 mil 900 pesos se elevó hasta 117 mil pesos. Una Cheyenne Pick Up 2003 pasó de los 29 mil 400 pesos hasta los 147 mil pesos… Se elevó casi cinco veces su valor de salida.
Otro ejemplo es el de un tractor agricola New Holland, 2003 con un costo de salida de 138 mil 200, los asistentes duplicaron su valor a 377 mil pesos.
O el tractocamión Kenworth, el más cotizado de la subasta y el más robado en el país, cuadruplicó su valor a 600 mil pesos, cuando el precio de arranque fue de 138 mil 200 pesos.
Las motocicletas BMW y Harley Davidson, usadas por policías federales, principalmente, modelos 2013 también fueron de las más demandadas, pero su precio no superaba los 200 mil pesos y el precio de salida estaba en niveles superiores a los 100 mil pesos.
Francisco Jorge es uno de los pocos participantes en la subasta que adquirió hasta tres unidades de tractocamiones, su paleta al aire no bajó hasta que logró hacerse de un tractocamión marca Volvo, cuyo precio de salida se elevó de los 826 mil pesos, hasta un millón 220 mil pesos.
Comenta a Apro sobre sus criterios para lanzarse por la oferta.
“Hay unos detalles que si son visibles y que tengamos unas idea hasta que límite podamos pagar por ello, por ejemplo, el estado que guardan las llantas, eso nos da una idea del cuidado que les tuvieron. Se ve que son unidades que tuvieron poco uso, son unidades que sabes que en el mercado a lo mejor las consigues a igual precio, acá tienen un menor kilometraje, la mayor parte del tiempo están paradas”.
Francisco se dedica al sector de la construcción y asiste regularmente a las subastas, pero asegura que la convocada por López Obrador es de las más concurridas
“Esta subasta ha sido de las más concurridas a las que yo he asistido, seguramente por el morbo de los vehículos blindados”, señala.
Este domingo se subastarán más de 100 lotes, con los que finalizará la venta de vehículos que formaban parte de la presidencia de la República.