Población tapachulteca unió esfuerzos para la limpieza de las instalaciones que por años se convirtió en basurero, nido de delincuentes y menesterosos.

René R. Coca.

Tapachula, Chis; ENE. 09 (interMEDIOS).- Ante la iniciativa de un pequeño grupo de ciudadanos que utilizaron las redes sociales para convocar a más gente y rescatar las instalaciones de la Antigua Estación del Ferrocarril, a casi de un mes de trabajos, hoy el inmueble ha cambiado su apariencia y ha logrado que al menos se tengan actividades para revertir el mal concepto del lugar donde se concentraban delincuentes, adictos, menesterosos y el lugar era un depósito informal de basura.

El primer promotor de esta iniciativa ciudadana Hans Kabsch Vela, informó que de manera formal el 18 de diciembre del año pasado, decenas de personas progresistas se sumaron al proyecto de rescatar la estación del tren con el desalojo de toneladas de basura al interior de lo que fuera la terminal, la cafetería, la sala de espera, la habitación de los maquinistas y los andenes adyacentes; que en el pago de viajes de desechos al Basurero Municipal se logró limpiar la primera etapa del edificio.

El entrevistado indicó que todo esto se hizo con apoyo ciudadano, y posteriormente se tuvo una reunión con las autoridades municipales para sumarlo a este proyecto de “Rescatemos” con la recolección de más desechos a través de los camiones de Limpia; y algunos rondines a lo largo de la noche por parte de la policía que está en la caseta de vigilancia del Mercado Estación.

Kabsch Vela comentó que la idea de este proyecto que paulatinamente se convierte en realidad, es revertir la mala imagen que tenía un lugar emblemático y de desarrollo para Tapachula que es la Estación del Ferrocarril; nunca el de desafiar a las autoridades que abandonaron el inmueble y lo dejaron a su suerte “Sabemos que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes está desincorporando el edificio para entregarlo al Ayuntamiento” citó.

Hans Kabch expresó que la población e iniciativa privada se pueden sumar al rescate del edificio con trabajo, con insumos de limpieza y pintura, espátulas y rodillos, así como con cubrebocas y guantes para evitar alguna enfermedad o heridas por vidrios rotos, alambres o instrumentos punzocortantes.

Faro Cultural.

Los integrantes de este movimiento que se denomina “Rescatemos” explicó que se trabajará a la par de la limpieza y mantenimiento del lugar, en la vertiente cultural; ya que la idea de algunos colectivos o asociaciones civiles es tener manifestaciones de arte como pintar murales alusivos a la historia y vida del ferrocarril en Tapachula, que a través de historiadores se cuente las etapas que se vivió con el tren; que se pudiera armar un museo con fotografías de la época obsequiadas por la población y tener actividades constantes en el lugar.

Un Poco de Historia.

Hans Kabch enfatizó que no se podría entender la vida y desarrollo de Tapachula sin la existencia del Ferrocarril, ya que gracias a este medio de transporte se tienen muchas historias y dio pie a que la Perla del Soconusco creciera integralmente, desde la construcción del Mercado de la Estación, las colonias a su alrededor o el inicio del eje sur de la ciudad, así como la edificación de inmuebles que sirvieron como hoteles, restaurantes o tiendas para ofrecer diversos servicios a la población y los viajeros.

Kabch Vela refirió que la construcción de la Estación del Ferrocarril data a inicios del siglo pasado cuya infraestructura era muy diferente a la actual, ya que se construyó primeramente de madera, luego pasó a ser de ladrillo y mampostería para al final tener los materiales actuales.

Finalmente agregó que el ferrocarril está asociado a los momentos históricos-sociológicos de Tapachula, ya que aún se recuerda los momentos dorados cuando la gente podía viajar en vagones lujosos de los Pulman, o cuando la ciudad se convertía en polo de desarrollo al tenerse tren de carga; los asentamientos humanos de los alrededores “y que decir del ferrocarril que se convirtió en “La Bestia” ocupado en su decadencia por el fenómeno migratorio que culmino con su vida útil a la llegada del huracán Stan. A la fecha ya solo es el recuerdo y por ello debemos conservar parte de la historia de un ícono del Soconusco”