Texas está de vuelta: los Longhorns vencen a Georgia en el Sugar Bowl

MARCA Claro

Parece que, tras casi una década, los Texas Longhorns están de vuelta. Uno de los equipos más populares del fútbol americano colegial vivió una década de ‘vacas flacas’, lejos de los primeros planos por lo que se tuvieron que ir Mack Brown y después Charlie Strong, pero finalmente hay una respuesta positiva para la pregunta ‘¿Texas está de vuelta?’tras vencer 28-21 a los Georgia Bulldogs en el Sugar Bowl, la primera victoria en un Tazón importante desde que Texas perdió la final de 2009 ante Alabama y por primera vez en nueve años terminan la temporada con doble dígito de victorias.

La imagen del partido llegó antes del kickoff inicial y fue una premonición de lo que iba a pasar en el Superdome de New Orleans: Bevo, el cuerno largo y mascota de la Universidad de Texas, salió de su corral e intentó embestir a UGA, el bulldog mascota de la Universidad de Georgia.

Y eso fue lo que se vio en el emparrillado: Texas salió a comerse a Georgia. La intensidad y enfoque fue distinta, con unos Longhorns a tope y unos Bulldogs que parecían seguir lamentando la derrota en el campeonato del SEC, lo que les marginó de las semifinales.

El quarterback Sam Ehlinger terminó la primera serie de los Longhorns con un acarreo de anotación de dos yardas. Los siguientes 10 puntos de Texas llegaron cortesía de errores de Georgia: un gol de campo después de que el pateador Jake Camarda pusiera la rodilla en el césped antes de despejar y un balón suelto de DeAndre Swift, que permitió a Ehlinger encontrar por segunda vez las diagonales.
Los Bulldogs abrieron su casillero tras esta anotación, en una larga serie de 12 jugadas que terminó en pase de Jake Fromm con Brain Herrien de 17 yardas, pero Texas respondió con tres puntos para llegar al descanso arriba por 13, 20-7.

Georgia tuvo par de oportunidades de recortar en el tercer cuarto, cruzando en dos ocasiones la yarda 50, pero en una fue interceptado Fromm y en otra despejaron.

La puerta se cerró en el último cuarto con el tercer touchdown terrestre de Ehlinger, un acarreo de una yarda en cuarta y gol que culminó una serie de 14 yardas, que con la conversión de dos puntos puso el juego 28-7.

Georgia descontaría minuto y medio después, pero Texas se encargó de gastar tiempo en sus últimas dos series, por lo que el tercer pase de anotación de Fromm llegó demasiado tarde, apenas con 14 segundos en el reloj. Los Longhorns recuperaron la patada corta y con ello se hicieron con su primer Sugar Bowl desde la temporada de 1947.

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