Yunque en Puebla…entre la extinción y el éxodo

Roberto Desachy Severino

No hace mucho, entre el 2011 y 2014, la organización política de ultraderecha, el Yunque, vivía el tiempo de máxima gloria: uno de sus “cachorros” favoritos, uno de los más obedientes, Eduardo Rivera Pérez, era el presidente municipal de Puebla capital y ¡por fin! habían obtenido el botín soñado, con cargos públicos, obras y – lo único que realmente anhelan los yunquistas- el poder.

Con Lalito Rivera Pérez en el Palacio Municipal de Puebla capital, los yunques no solamente tuvieron dinero, cargos, contratos y demás, sino que se dieron el lujo de enfrentarse de manera abierta al entonces gobernador Rafael Moreno Valle, con quien hicieron un pacto en el 2010, pero al que le reprochaban –y le siguen reprochando – el hecho de que les diera pocas posiciones en su gabinete: 3 (Myriam Arabián, Salvador Escobedo y Pablo Rodríguez Regordosa).

Juan Carlos Espina Von Roherich, Miguel Méndez Gutiérrez, Myriam Arabian, Adán Domíguez y Guadalupe Arrubarena fueron los yunques que gozaron de 4 años y 8 meses de cobrar como regidores en el ayuntamiento de Puebla entre el 2014 y 2018; mientras que otro “cachorro”, Pablo Montiel, lo hizo en el Congreso local.

Luego de que Eduardo Rivera Pérez fuera arrasado en las elecciones de julio pasado, los Yunques se quedaron solamente con 4 regidurías: Enrique Guevara Montiel, Augusta Valentina Díaz de Rivera, Luz del Carmen Rosillo Martínez y Carolina Morales García…pero nada más.

FUERA DEL PARTIDO…Y POSIBLEMENTE TAMBIÉN DEL GOBIERNO

Y en la Legislatura local el único yunquista-panista es Osvaldo Jiménez, que es cercano al Lalito Rivera, aunque también al gobernador Tony Gali: Es venganza la de los diputados de Morena el atacar las casas de Jóvenes en Progreso , afirma el diputado Osvaldo Jiménez

La victoria de Marko Cortés como dirigente nacional del PAN puede ser un respiro para esta organización de ultraderecha, ya que dos de sus operadores, Rafael Micalco y Humberto Aguilar Coronado, estuvieron en el equipo de campaña, aunque lo cierto es que –para desgracia de ellos- el nuevo presidente del blanquiazul incluyó también al ex gobernador Rafael Moreno Valle, a quien los Yunques culpan de sus desgracias.

Lo cierto es que –según fuentes bien informadas-Moreno Valle y su grupo son mucho más útiles para Marko Cortés y Ricardo Anaya que los yunquistas, debido a que el ex mandatario de Puebla mantiene buenas relaciones con gobernadores del PAN y PRI, además de que es un operador político eficiente.

En contraste, el Yunque ya no aporta nada, sus miembros solo buscan chambas y contratos en el servicio público, pero su representatividad social y política cada vez es menor. Por si fuera poco, Moreno Valle mantuvo el control del partido en Puebla a través de Genoveva Huerta, quien es mucho más morenovallista que yunquista: Asume Genoveva Huerta la dirigencia Estatal del Pan

YUNQUE: UNA HISTORIA DE TRAICIÓN

Al parecer, Marko Cortés incluyó a Rafael Micalco y Humberto Aguilar Coronado no por sus respectivos poderes de convocatoria, sino para mantener contrapesos y equilibrios con los morenovallistas. Pero el nuevo dirigente nacional del PAN no confía en los yunquistas, ya que tiene bien claro que en el 2016 personajes como Miguel Mantilla fueron claves para que Ana Teresa Aranda le hiciera el caldo sucio a la ex candidata del PRI al gobierno, Blanca Alcalá Ruiz.

En la elección por la gubernatura de ese año, priístas como Blanca Alcalá, Karina Romero, Juan Manuel Vega Rayet, José Antonio López Malo y demás se aliaron con el Yunque, con la gente de Eduardo Rivera.

Ambos grupos “alimentaron” la candidatura “independiente” de Ana Tere Aranda, le ayudaron con estructura y recursos a conseguir las firmas que necesitaba para postularse, debido a que pensaban que ella le quitaría votos a Tony Gali, al PAN y a Moreno Valle. Pero se equivocaron.

La misma fuente señaló que los yunquistas están furiosos con quienes consideran “traidores”, como Pablo Rodríguez, quien fuera uno de sus cachorros consentidos, emigrara al morenovallismo y se convirtiera en uno de los arietes para controlar el partido. Además, le tienen envidia, debido a que se ha hecho de dinero con la llegada de Audi y convirtió a su esposa Mónica en diputada local plurinominal.

YUNQUE Y MEA…SANA DISTANCIA

Otro “cachorro” yunquista que cayó de la gracia de la organización es Roberto Grajales, actual magistrado, quien ocupó varias posiciones políticas gracias a su origen como miembro de una “familia custodia” del blanquiazul, pero cuya migración al morenovallismo le generó un gran rechazo.

Una vez que perdieron, nuevamente, el control del partido con la llegada de Genoveva Huerta, los Yunques tienen 2 opciones para mantenerse vigentes. La primera es emigrar al partido que fundarán Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala; y la segunda consiste en ser rescatados por el próximo gobierno estatal de Martha Erika Alonso, en caso de que el TEPJF ratifique la elección: Así se llamará el nuevo partido de Felipe Calderón y Margarita Zavala

Según los informes recibidos, la relación entre la gobernadora electa y los dirigentes de la organización es menos tirante, con menor polarización a la que había con Rafael Moreno Valle. Al parecer, ella es respetuosa y conciliadora, como lo demostró al respaldar la candidatura de Eduardo Rivera por la alcaldía de Puebla

Incluso, se comenta que los representantes yunquistas respetan a Martha Erika Alonso, pese a que la impugnaron cuando contendió por la secretaría general del PAN y también se opusieron a la llegada de Genoveva Huerta como nueva presidenta estatal del partido.

“La relación, el trato de los yunques para Martha Erika es de que nos respetamos, pero nos sabemos adversarios”, concluyó una persona allegada a ambos grupos, que –desde luego- pidió la gracia del anonimato.

 

Humberto Aguilar
Marko Cortés

 

 

 

 

 

 

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