Roberto Desachy Severino
El 21 de enero pasado, cuando Guillermo Pacheco Pulido fue designado como gobernador interino casi por unanimidad, una de las primeras exigencias ciudadanas fue –y es- la reducción paulatina de los brotes de ingobernabilidad e inseguridad que dañan a Puebla desde el pasado 2 de julio, cuando el conflicto poselectoral se tradujo en violencia, vacíos de poder y, principalmente, de gobierno.
Priísta ortodoxo, ex presidente municipal de Puebla, don Guillermo es un político conocedor, experimentado, un viejo lobo de mar del que se esperaba controle la inseguridad mucho mejor que el ex encargado del despacho del gobierno estatal y ex titular de la SGG, Jesús Rodríguez Almeida, quien ni siquiera era poblano y nunca tuvo la legitimidad necesaria para imponerse.
Y, como gobernador interino, Pacheco Pulido ha sido tajante, definitivo con sus colaboradores: la prioridad es cuidar la seguridad de Puebla y sus ciudadanos. Por lo mismo, el electoral NO ES y no será tema para la administración estatal, como lo demuestran la mesura y discreción con que se ha conducido el propio mandatario.
Poblano de pies a cabeza, conocedor del estado y la coyuntura que le toca afrontar, don Guillermo sabe que el horno no está para bollos, como quedó demostrado el jueves 7 de febrero, cuando un comando armado atacó el palacio municipal de Tecamachalco con un saldo de varios heridos y, tres días después, fueron asesinados un policía y el comandante de dicha corporación de Los Reyes de Juárez: Atacan palacio municipal de Tecamachalco, Puebla; dos policías heridos
UNA ADVERTENCIA CLARA…EL QUE SE META EN POLÍTICA SERÁ CESADO
Pocos días después, el lunes 11 de febrero explotó la violencia en Huejotzingo, cuando ciudadanos intentaron linchar a un supuesto ladrón que había atacado a una mujer para despojarle de 120 mil pesos. Policías municipales y estatales lo rescataron, pero provocaron la ira de la gente y, con ella, un enfrentamiento que llegó a las planas de los medios nacionales, como Excelsior: Tensión en Huejotzingo, pobladores intentan linchar a presunto ladrón
Así que los brotes de ingobernabilidad en algunos municipios y, sobre todo, la inseguridad en Puebla y el país no respetan tiempos o intereses políticos y, por ende, don Guillermo Pacheco Pulido sabe que su legado como mandatario estará directamente ligado a que él y sus colaboradores logren afrontar de manera correcta este tema: Pacheco encabeza primera reunión de seguridad como gobernador interino
Incluso, apenas una semana después de tomar posesión, públicamente les advirtió a sus colaboradores que deben abstenerse de intervenir en política “en cualquiera de sus formas” (es decir que no pueden participar ni en los procesos internos de los partidos ni en la elección extraordinaria) so pena de ser cesados de manera fulminante: Servidores Públicos no podrán participar en actos electorales; quien lo haga será cesado: Pacheco Pulido
GOBERNABILIDAD Y SEGURIDAD, LAS PRIORIDADES DE GPP
Con experiencia probada en política y el servicio público, Pacheco Pulido es consciente de que la gobernabilidad es –paralela a la seguridad- otra de las prioridades de su gestión y así se los enfatizó a sus colaboradores el 2 de febrero, menos de 2 semanas después de tomar posesión de su cargo: El gobernador Pacheco Pulido instruyó al gabinete a consolidar la gobernabilidad
El 10 de este mes el propio arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, le dio un fuerte espaldarazo al mandatario, cuando reconoció que, con él, ha mejorado la gobernabilidad:Asegura Arzobispo de Puebla que con Pacheco Pulido hay más gobernabilidad
La bendición del jerarca católico a la administración de Pacheco Pulido es digna de resaltarse no solamente por venir del representante de la iglesia mayoritaria en Puebla, sino –sobre todo- porque Sánchez Espinosa era de los actores sociales y políticos que, en público, había pedido que un panista fuera designado como interino.
Sin embargo, la mesura, discreción, disposición al diálogo con todos los sectores sociales y el tacto con que se ha conducido Pacheco Pulido terminó por “ganarse” al arzobispo. Y no es fácil, en absoluto, obtener el respaldo político de un prelado: Gobernador debe ser panista para continuar con trabajo de Martha Erika: Arzobispo de Puebla
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