Por Manuel CARMONA
Un año es un periodo muy corto para evaluar a un gobierno, pero es el periodo reglamentario para informar avances y además cumplir con el mandato constitucional de rendición de cuentas. De ahí que este fin de semana se cumplió un año del inicio de funciones del gobernador de Puebla Alejandro Armenta, lapso en el cual se ejercieron 126 mil millones de pesos de presupuesto estatal, sin que por el momento se pueda apreciar algún cambio sustancial o significativo en la vida de nuestro estado.
Desde luego, insisto que es muy temprano para emitir un juicio sobre su administración, esto está empezando, hay muchos anuncios constantemente, muchos planes y muchas buenas intenciones.
Definitivamente de todos ellos, lo más relevante es la colocación de la primera piedra del sistema de transporte por cable (cablebús) que será una importante innovación que contará con 4 líneas y una inversión que se ha estimado en 6 mil 752 millones de pesos, que tiene como propósito remediar en gran medida el problema de la movilidad urbana y ofrecer a los poblanos un medio de transporte seguro, eficiente y sustentable.
Esta mega obra muy probablemente será la más importante de la actual administración, constará de 96 torres, 9 estaciones y está proyectada se concluya a fines del 2029, pero es un asunto de FUTURO en el cual se podrá medir y calificar el alcance de los posibles beneficios una vez que terminen los trabajos dentro de cuatro años.
Por lo pronto, sería de mucha utilidad en el PRESENTE, hurgar no solamente la opinión de los críticos y “comentócratas” como se ha dado en llamar a quienes nos dedicamos a revisar y analizar el desempeño gubernamental desde la óptica de la sociedad civil, sino escudriñar también la percepción que tiene la opinión pública del gobierno poblano en este primer año de ejercicio.
Por eso razón considero que resulta sumamente interesante echar un vistazo al ÚLTIMO INFORME publicado en el mes de noviembre por la prestigiada empresa encuestadora de carácter nacional denominada Consulta Mitofsky , en la que da a conocer un levantamiento demoscópico con corte al 30 de octubre de este año, en el cual coloca al gobernador Alejandro Armenta en el lugar número 16 de aprobación a nivel nacional, en la medición que se hace mes con mes de todos los gobernadores en el país.
El dato es importante, si tomamos en cuenta que en diciembre del 2024, inició su periodo como el quinto gobernador mejor evaluado a nivel nacional, de acuerdo a un seguimiento que la firma encuestadora viene realizando desde hace años de todos los gobiernos estatales en la república mexicana.
En el último corte publicado por Consulta Mitofsky un porcentaje del 50.9 por ciento de ciudadanos APRUEBA la gestión del gobernador Alejandro Armenta, 47.5 por ciento la DESAPRUEBA y 1.6 por ciento de ciudadanos no se interesó en expresar su opinión.
Más allá de la opinión que en lo individual cada ciudadano pudiera tener, lo que considero debiera ser motivo de un acucioso análisis al interior del círculo de asesores y estrategas del Ejecutivo, es identificar la razón o razones por las cuales AA ha descendido 11 lugares en aprobación gubernamental GENERAL en este primer año de ejercicio.
Con independencia de lo que la propaganda oficial tratará de establecer en los días por venir, una vigorosa campaña para difundir sus logros contenidos en el primer informe, en prensa, radio, televisión y redes sociales, lo cual es parte del quehacer y obligación institucional de informar, además que está muy bien que lo hagan, aunque lo más importante no es lo que piense el gobierno de sí mismo, sino lo fundamental es tener claridad en CÓMO LO CALIFICA LA CIUDADANÍA y no hay mejor instrumento para saberlo que las encuestas.
Al analizar los números se puede observar que Alejandro Armenta tiene en este momento exactamente EL MISMO NIVEL DE APROBACIÓN que la gobernadora de Baja California Marina del Pilar Ávila y solo está a una décima de diferencia de Rubén Rocha Moya de Sinaloa con 50.8 y está a tres décimas de Alfonso Durazo de Sonora con 50.6 de aprobación gubernamental, la distancia entre estos dos últimos ni siquiera es de un punto porcentual, con la diferencia de todos ellos es que ya llevan CUATRO AÑOS de ejercicio gubernamental y presentan un desgaste natural por el paso del tiempo, pero el gobernador poblano apenas lleva un año.
De ahí que a mi parecer resulta necesario para cualquier gobierno, intentar hacer un poco de auto crítica. Determinar y afianzar lo que se hizo bien, pero también identificar las decisiones de gobierno que no están generando aceptación entre la opinión pública. No soy quien para determinar lo que es bueno y lo que es malo, pero los números ahí están y lo que indican es que….ALGO no está funcionando.
* El autor es abogado, escritor y analista político.
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