LA JORNADA
Ciudad de México. Tras un largo debate que se extendió por más de 7 horas y media, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó esta noche en lo general la reforma a la Constitución que le devuelve el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), además de facultar a los legisladores a crear una ley de seguridad interior que regule la participación de los militares en este ámbito.
La reforma se aprobó en lo general por 362 votos en favor de Morena y sus aliados y la oposición sumó 133 en contra.
Sólo faltaron a la sesión cinco diputados, de estos tres de Morena: la presidenta de la cámara, Ifigenia Martínez, Magaly Armenta y el ex normalista de Ayotzinapa Manuel Vázquez Arellano; y los panistas Amparo Oliva y Julia Jiménez.
La discusión –cuyo inicio se retrasó hasta mediodía, por la realización del simulacro de sismo, que tuvo lugar a las 11 de la mañana— enfrentó las posturas de Morena y sus aliados que defienden la iniciativa, por considerar que se refuerzan las capacidades de la GN y su “coordinación” con el Ejército, con las de la oposición, donde el argumento se centró en que el partido en el poder profundiza la “militarización” del país, con los riesgos a los derechos humanos que ello implica.
Al arranque de la sesión se rechazaron tres mociones suspensivas de MC, PRI y PAN, que pedían la devolución del dictamen a comisiones, comenzó el desfile de oradores en tribuna. Primero, seis intervenciones por cada una de las bancadas, y luego cuatro rondas en favor y en contra del proyecto, cada una con una lista de 12 oradores.
Por el lado del bloque mayoritario se argumentó que la adscripción de la GN a la Sedena “permitirá contar con una estructura sólida y coordinada”, necesaria para enfrentar las amenazas de la delincuencia organizada, pero manteniendo la supervisión civil y “evitando los excesos del pasado” en que incurrieron otras corporaciones de seguridad, especialmente la extinta Policía Federal.
Desde sus curules y en la tribuna diputados de Morena, PT y PVEM mostraron pancartas en las que se leían palabras como “Capacidad”, “Disciplina” y “Confianza” y en sus discursos destacaron que la GN tiene mejores índices de percepción de confianza ciudadana, en comparación con la extinta Policía Federal.
Además, aseguraron que la iniciativa también permitiría que los elementos de la GN cuenten con mejores condiciones laborales y desmintieron que se trate de un cambio que “militarice” la seguridad pública.
En seguridad, resultados catastróficos
En sentido contrario, los diputados de oposición alertaron que la reforma permitirá que la intervención de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública sea permanente –ya no de manera temporal y subsidiaria–, lo cual impide la profesionalización de los cuerpos civiles de policía que deberían hacerse cargo de esta área.
De igual forma, reprocharon que, a pesar de haber crecido desde 28 mil elementos al momento de su creación en 2019, a casi 130 mil en la actualidad, la GN no ha logrado contener la violencia en México, que ha llegado a niveles “catastróficos”.
Uno de los momentos más ríspidos del debate tuvo lugar cuando el panista Miguel Ángel Monraz Ibarra subió a tribuna, rodeado de compañeros suyos que mostraron pancartas donde se veía al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, al dirigente nacional morenista Mario Delgado y otros militantes del partido guinda, cuando se manifestaban en contra de la militarización del país, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
“¿Qué les recuerdan estas imágenes?, ¿qué decían y qué pensaban en ese momento? ¡Qué falta de memoria, porque no se acuerdan de cuando se desgarraban las vestiduras por la presencia de los militares en las calles!”, expresó Monraz entre risas, lance que provocó una respuesta desde las curules de la mayoría, con gritos de “¡fuera!” y de la consigna “¡es un honor estar con Obrador!”
Desde Morena, la postura incluyó críticas ácidas a la “guerra” contra el narco que emprendió el ex presidente Felipe Calderón y las relaciones que construyó con el crimen organizado quien fue su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, para quien ayer la Fiscalía de Nueva York pidió cadena perpetua.
Bruno Blancas (Morena) sostuvo que la derecha debía reconsiderar su voto. Porque, avanzó, “nos acaban de dar la noticia de la sentencia (sic) de un criminal. Supuestamente Felipe Calderón no sabía cómo se comportaban sus colaboradores. ¡Claro que lo sabía! ¡Es un corrupto García Luna! ¡Ellos lo sabían, lo saben y siguen en contubernio!”
Ya en ese tono, la diputada Josefina Gamboa Torales (PAN) respondió: “¡Claro que sabía García Luna de Andrés Manuel y por eso lo señaló como narco presidente! ¿Sabía o no sabía?”
Esa declaración volvió a generar una respuesta airada desde el ala izquierda del pleno, pero la panista se negó a suspender su discurso cuando se lo pidió el vicepresidente de la Mesa Directiva, el morenista Sergio Gutiérrez Luna, quien más tarde le indicó que sus interrupciones no eran “una cuestión de mala voluntad” a los oradores y le pidió de manera airada que “en otra ocasión se dirija con respeto a esta presidencia”.
Después de que participaran en tribuna 57 diputados, en una serie de intervenciones donde los argumentos eran reiterados por las bancadas una y otra vez, finalmente casi a las ocho de la noche, la reforma fue aprobada en lo general.
Se espera que la discusión se extienda hasta la madrugada del viernes, debido a que se presentaron 433 reservas al dictamen, y de éstas 151 tan solo de la bancada del Partido del Trabajo. La lista es de 111 oradores, pero el cálculo es que conforme avancen las horas, los diputados comiencen a desistir de su intervención en la tribuna.