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Desde el inicio de 2024, el monitoreo por satélite del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) ha detectado 760 brotes de incendio en el estado de Río de Janeiro. Se trata del mayor número de incendios registrados en un solo año desde 2017, cuando hubo 959 casos.

Es una marca que aún se puede superar, ya que septiembre y octubre son meses con una media histórica alta de incendios forestales. En septiembre, el INPE ha identificado hasta ahora 55 incendios forestales en el estado.

El Cuerpo de Bomberos de Río de Janeiro ya había advertido de un aumento significativo de los incendios en el estado desde principios de año: 6.178 casos más que en el mismo período del año pasado, lo que representa un aumento de alrededor del 85% en comparación. Los municipios de Río de Janeiro (4.513), São Gonçalo (569) y Duque de Caxias (561) encabezan el ranking de los más afectados.
El exceso de incendios en Brasil ha provocado un descenso de la calidad del aire en varias regiones, lo que preocupa por los daños a la salud de la población. En los últimos días, se han hecho virales en las redes sociales imágenes que muestran paisajes cubiertos de humo en algunas capitales, como Brasilia, São Paulo y Belo Horizonte.

Los expertos han señalado que los ecosistemas son más vulnerables a los incendios en épocas de sequía, como la que vive actualmente el país. En este escenario pueden influir diferentes factores, como el calentamiento global impulsado por la acción humana y los efectos del fenómeno climático de El Niño, seguido de La Niña.