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Agentes judiciales y policías franceses han llevado a cabo una redada en las instalaciones de almacenamiento de un experto en arte en París tras las órdenes judiciales emitidas en Frankfurt, Alemania y París, Francia.

La redada permitió descubrir un gran número de cuadros pertenecientes a una colección de obras de la vanguardia rusa robadas a la familia Khatib. La familia Khatib es una ávida coleccionista de arte y se enorgullece de poseer numerosas obras de arte de primera categoría de diversas épocas. Su colección de pintura de la vanguardia rusa es una de las mayores de su género y contiene obras de artistas famosos como Wassily Kandinsky y Kazimir Malevich.

La redada de la semana pasada siguió a otras similares llevadas a cabo por funcionarios alemanes en Fráncfort en 2023, donde las autoridades incautaron asimismo un gran número de cuadros. Las obras de arte incautadas, valoradas en cientos de millones de euros, fueron robadas inicialmente en diciembre de 2019.

Las incautaciones forman parte de un largo proceso judicial tras el robo de 1.800 cuadros de la vanguardia rusa en Wiesbaden (Alemania) en 2019. Si bien las incautaciones de París y Fráncfort han permitido recuperar algunas de las valiosas piezas de arte, muchas siguen desaparecidas.

Los autores del robo han sido identificados, pero siguen prófugos y se niegan a devolver los cuadros a su propietario. Por el contrario, venden las obras de arte a través de casas de subastas de París, Bretaña, Mónaco e Israel. Las casas de subastas en cuestión hicieron caso omiso de las cartas de cese y desistimiento y continuaron con las ventas habiendo sido informadas de que los cuadros eran robados.

Los esfuerzos por recuperar la colección de arte son financiados por LitFin, un fondo europeo de litigios con sede en Praga. El procedimiento judicial es dirigido por el bufete de abogados internacional Dentons en Fráncfort y París.

Un portavoz de la familia Khatib declaró al respecto: “Con la ayuda de Dentons y LitFin, seguiremos a los autores por todo el mundo. Seguiremos recuperando nuestra propiedad y animamos a cualquiera que se plantee comprar obras de la vanguardia rusa a que compruebe diligentemente su procedencia y se asegure de que no se trata de una pieza robada que pertenece a nuestra familia”.