Uso de las IA generativas en el aula: recomendaciones para prevenir malas prácticas

Universitat Oberta de Catalunya

El grupo de expertos en inteligencia artificial (IA) del eLearning Innovation Center (eLinC) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha elaborado una serie de recomendaciones orientadas a fomentar el uso adecuado de las IA generativas por parte del estudiantado.

Para prevenir las malas prácticas entre el estudiantado, los expertos del eLinC dirigen a los docentes tres mensajes, que pueden fijarse en el tablón de anuncios o incluir en cada actividad propuesta:

Apelar a la ética de los estudiantes, a su integridad académica y a su propio prestigio.

Recordarles que están comprometidos con la normativa académica.

Recordarles que, según el plan docente, en caso de que no quede clara la autoría de una prueba, se permite pedir aclaraciones de forma oral.

¿Qué podemos hacer si sospechamos de una mala práctica?

Si, a pesar de las recomendaciones anteriores, el docente sospecha que ha habido malas prácticas, puede actuar de las formas siguientes:

Utilizar detectores de texto generado por IA. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los detectores de plagio no darán ninguna alerta si el texto ha sido parafraseado o reelaborado. Solo indican un porcentaje de probabilidad y no pueden usarse como prueba concluyente. Los detectores de plagio dan un grado de sospecha, de modo que debe prestarse atención a los falsos positivos y a los falsos negativos.

En este sentido, también hay que tener en cuenta que algunas herramientas de IA pueden proporcionar información incorrecta o inconsistente. Esto puede hacer sospechar de la autoría en textos con errores o inconsistencias.

En cuanto a las citas y referencias, las que proporciona la IA pueden ser inventadas o poco relevantes. Por lo tanto, si las que proporciona el estudiante no son reales, es posible que hayan sido generadas por ChatGPT. El docente también puede comparar el estilo del texto entregado por el estudiante con textos anteriores para detectar posibles incoherencias.

Hablar con el estudiante para validar la autoría de una prueba. Con esta opción el docente puede comprobar si el estudiante que ha presentado un ejercicio sospechoso puede demostrar todo lo que ha plasmado en la prueba y que ha entendido los contenidos.

Además, también puede enviarle un mensaje para pedir aclaraciones o más información sobre las respuestas entregadas, así como solicitarle una explicación del proceso lógico que ha seguido para elaborar la prueba o una parte de la tarea que demuestre que la ha trabajado.

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