Acusada de delitos en el ejercicio de sus funciones como MP, se confirmó detención de la hija de Javier López Zavala

Abelardo Domínguez

María Fernanda López Villafuerte y A Eduardo Fernandez, quienes se desempeñaban como agentes del Ministerio Público en Xicotepec de Juárez, fueron ingresados en el Cereso de Huauchinango luego de  detenidos por elementos de la dirección de Asuntos Internos de la fiscalía.

Extraoficialmente se conoció que estaban señalados por diversos delitos cometidos en contra de la procuración de justicia en esta región serrana, donde estaban a cargo de la Agencia del MP en Xicotepec de Juárez.

Los ex agentes del MP, ya presos en el Cereso, deberán responder por diversos delitos presuntamente cometidos en el desempeño oficial del trabajo encomendado por el gobierno de Puebla.

La detención era largamente esperada por una audiencia agraviada, había desencanto en el gremio de los abogados, ya que, pese a que anteriormente la mujer había sido suspendida, debido a argucias legales, amparos y otros, dicen abogados, recuperó su puesto desde el pasado mes de julio.

Sin embargo, el jueves 12 trascendió que la mujer, apurada por los rumores, estuvo hasta muy altas horas de la noche en Casa de Justicia de Huauchinango, donde trató de enterarse de su estado legal, sin embargo y luego de recibir una llamada desde la ciudad de Puebla, habría sido citada para presentarse a primera hora de hoy viernes 13 en la Fiscalía General del Estado en Puebla, donde fue detenida por agentes de Asuntos Internos con lo que se consumó un “sabadazo”.

Luego de darle su formal acuse de detención fue trasladada a Huauchinango, en donde al momento de redactar esta nota, 16:30 horas, fuentes extraoficiales, enviaron una fotos a nuestra redacción y dieron a conocer que frente a las puertas de CERESO de Huauchinango se encontraba una camioneta de la FGE en espera de ingresar a la cárcel a lo detenidos, ya que, por ser jurisdicción de Casa de Justicia de Huauchinango, aquí se llevara a cabo su juicio.

Aunque, agregaron, “sólo faltaba un documento para terminar el trámite, pasar por la aduana y llevarlos a “tocar el piano” como dicen en el argot gangsteril, a la toma de huellas, fotos y lo necesario para su registro.

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