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• Las medidas anunciadas establecen requisitos muy difíciles de lograr, considera la Mtra. Margarita Núñez, coordinadora del Programa de Asuntos Migratorios de IBERO CDMX
• El derecho al asilo en Estados Unidos sigue totalmente cancelado por el Título 42, que continúa vigente, explica la experta

En el tema migratorio no se vieron ni avances sustanciosos ni voluntad política de los gobiernos de la región durante la X Cumbre de Líderes de América del Norte, llevada a cabo esta semana en la Ciudad de México y que contó con la participación de los presidentes mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y estadounidense, Joe Biden, así como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

Así lo consideró la Mtra. Margarita Núñez Chaim, coordinadora del Programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana CDMX, quien explicó en entrevista que lo que se anunció previo al encuentro y durante la conferencia de prensa al término del mismo viene de procesos y acuerdos que ya se generaban desde hace tiempo, en especial desde la Declaración de Los Ángeles, suscrita el 10 de junio de 2022, y que propone, entre otros objetivos, “reforzar y ampliar las vías de migración laboral temporal, según sea viable”.

En este sentido, se negoció que cada mes México recibirá y ofrecerá trabajo a 30 mil cubanos, nicaragüenses, venezolanos y haitianos devueltos desde Estados Unidos que no cumplan con los estándares impuestos por la administración de Joe Biden y, a cambio, el vecino del norte ofrecerá mensualmente visas temporales de trabajo a la misma cantidad de personas de esas cuatro nacionalidades, si cumplen con ciertos requisitos, como llegar en avión. Esto consiste en la ampliación de una estrategia similar que comenzó en octubre pasado con personas procedentes de Venezuela.

El Programa de Asuntos Migratorios (Prami) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México es uno de los programas de incidencia cuya misión institucional es fortalecer el compromiso social de la comunidad universitaria, promoviendo la reflexión y sensibilización respecto a las problemáticas sociales del ámbito nacional e internacional, de una manera activa por medio de la incidencia social y política.

Estas vías para la migración regular son muy limitadas, acotó Margarita Núñez, pues sus requisitos “son muy difíciles de cumplir para la mayoría de las personas que hoy están en movilidad”. Se trata entonces de una migración muy específica y que no garantiza el derecho a la protección internacional, mientras que México, por su parte, continuará aceptando sin ninguna condición a las personas expulsadas por Estados Unidos. Y, en realidad, el derecho al asilo en ese país “sigue totalmente cancelado por el Título 42, que se mantiene vigente”, lamentó la antropóloga.

El Título 42 es una medida de salud pública implementada por el gobierno del ex presidente estadounidense Donald Trump con motivo de la pandemia de Covid-19. Lo que hace de facto esta medida es cerrar la frontera, indicó Margarita Núñez, pues se expulsa de manera sistemática a cualquier persona detenida en la colindancia terrestre entre México y Estados Unidos, con una muestra de desigualdad en la aplicación de esta medida, pues no aplica para llegadas aéreas, puntualizó Margarita.

Si bien el mandatario mexicano hizo mención durante la Cumbre de los programas de desarrollo en Centroamérica, como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, se trata de una apuesta de largo plazo que “no resuelve hoy por hoy las situaciones que están obligando a las personas a salir de sus países”.