Por el Mtro. ALFREDO ARNOLD
Académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y analista deportivo
Ya lo decíamos, el título mundial de futbol es asunto de una élite. Sólo ocho países han conquistado las Copas Jules Rimet y FIFA en las 21 ediciones mundialistas celebradas a lo largo de casi un siglo.
Hoy no será diferente. Argentina y Francia van por el campeonato. Los dos ya han sido campeones, así que no se añadirá otro nombre al selecto club que integran Brasil, Uruguay, Alemania, Italia, Inglaterra, España y los dos finalistas de Qatar que se verán las caras el próximo domingo.
Ya quedó lejos el debut perdedor de Argentina frente a Arabia Saudita por 2-1. El conjunto sudamericano se repuso admirablemente y transitó, no sin problemas (ganó a Holanda en penales), hasta la fase semifinal donde dio cuenta de Croacia con gran categoría y contundencia, 3-0.
Francia también tuvo un tropezón en la ronda de grupos al perder 1-0 frente a Túnez, pero en las siguientes fases ganó con claridad, incluso dando un gran partido que ganó 2-1 en cuartos de final frente a Inglaterra, en el que ha sido el mejor encuentro del torneo.
Esta será la décimo primera ocasión en que la final sea entre una selección de Europa contra una de América; en nueve ocasiones han sido finales europeas y sólo dos veces finales americanas. Únicamente dos confederaciones de las seis que integran el máximo organismo del futbol, han llegado a disputar el partido por el título. La UEFA y la Conmebol dominan por completo el panorama, mientras que la Concacaf y las confederaciones Asiática, Africana y de Oceanía han jugado un papel de invitados de piedra, aunque ocasionalmente algún conjunto de estas regiones despierta el entusiasmo.
Una vez más, América contra Europa; Argentina contra Francia; Messi contra Mbappé. Todo hace indicar que será un encuentro muy parejo.
El domingo, uno de ellos se convertirá en tricampeón mundial.