Mario Delgado, árbitro vendido y desacreditado

Debate

Por Roberto Desachy Severino

Luis Miguel Barbosa Huerta, Alejandro Armenta, Ignacio Mier Velazco y Claudia Rivera Vivanco lo saben: Si por Mario Delgado fuera, el próximo candidato de Morena al gobierno de Puebla sería el coordinador de los diputados federales morenistas.

Alejandro Armenta Mier

Incluso, en lo que respecta al propio Mario Delgado, Mier Velazco se convertiría en el siguiente titular del Ejecutivo estatal y las elecciones concurrentes del 2024 serían un mero trámite. El problema es que el sedicente dirigente nacional morenista NO tiene injerencia alguna en Puebla y tampoco le puede ofrecer a su favorito apoyo práctico alguno, porque el partido carece de estructura electoral y política por culpa, precisamente, de su presidente nacional.

Mario Delgado

Es más: Mario Delgado ni siquiera votará en Puebla en el proceso del 2024, así que su apoyo a Mier Velazco sería del mismo tamaño y alcance que el que le dio a Claudia Rivera Vivanco el año pasado; es decir, mediático, discursivo, pero hueco, sin votos, ya que el dirigente morenista es poco menos que un 0 a la izquierda.

Ignacio Mier Velazco

Y esto también lo saben todos los actores políticos que podrían jugar un papel trascendente en la sucesión gubernamental poblana, incluyendo al mismo coordinador de los legisladores federales morenistas, que seguramente es el primer consciente de que el respaldo de Mario Delgado le serviría para maldita la cosa en las urnas, si se convierte en candidato: Ignacio Mier, Claudia Rivera, Mario Delgado y sus relaciones peligrosas

DEDAZO PODRIDO

De cara a la contienda interna por la postulación de Morena a la candidatura de Puebla en el 2024, Mario Delgado es un árbitro vendido y desacreditado, que puede torcer el proceso, como hizo o dejó hacer en 2021, cuando permitió que la ex presidenta municipal Claudia Rivera fuera postulada a la reelección, pese a sus nulas posibilidades de ganar: Claudia Rivera Vivanco candidata oficial de Morena a la presidencia municipal de Puebla

Al final, luego de un proceso interno polarizante durante el cual la dirigencia nacional morenista no se dedicó a conciliar ni a mediar, sino a inventar pretextos para tratar de justificar su imposición de candidatos, el partido de moda terminó arrasado en las urnas y Mario Delgado obtuvo lo que se ganó a pulso; es decir, el repudio de la militancia poblana: Video desde Puebla: conato de bronca en la visita de Mario Delgado; reiteró apoyo a Claudia Rivera

En caso de seguir como presidente del partido en las elecciones concurrentes del 2024, Mario Delgado puede ser útil para imponer candidatos o dirigencias, regalar plurinominales e inventar “encuestas”, como hizo en el 2021 a favor del mismo Ignacio Mier, al que le obsequió 3 posiciones: Una curul federal, otra local –ambas de representación proporcional – y la alcaldía de Tecamachalco.

Pero el dirigente nacional morenista, como le sucedió en el 2021, no podrá convertir a su favorito en titular del Ejecutivo estatal, porque no hay gubernaturas plurinominales, tampoco ha consolidado a Morena en la entidad y carece de injerencia moral dentro de la militancia del partido en Puebla y el país: Mario Delgado y Olga Sánchez Cordero, principales culpables del titanic llamado Morena Puebla

Para la sucesión estatal del 2024 el dedo de Mario Delgado está podrido, putrefacto, inservible.

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