¡Tus huellas: el pájaro, y post morten!

Autor Bayardo Quinto Núñez

Una tarde Sofía animosamente contemplada caer la gotas de lluvia desde la ventana de su casa, y le decía a su interior: será que la lluvia limpie de tanta suciedad al mundo, pero a su vez dudaba, porque al caer cada gota de lluvia al suelo este se ensuciaba, bueno Dios sabrá lo que hace.

Desafortunadamente. Sofía acababa de pesar una gran tragedia, había perdido a un ser querido. Ella era muy carismática, alegre, pero su alegría se había apagado al punto de no querer seguir viviendo. Se había vuelto aburrida, enojada, repugnante. Pero un día, que hacía un sol refulgente, resultó lo mágico, un pajarito se posesionó a la orilla de su ventana, de su aposento que da al patio e hizo un sonido muy lindo, Sofía de inmediato pensó: que esa avecita era el ser que había perdido. Brotaron lágrimas por todo su rostros-mejías-y lo vio tan fijamente, que el pajarito también la quedó viendo.

Fue una corrección la que Sofía sintió con preciosa ave, este salió volando. Esta realidad natural, la hizo reflexionar y se juró que, desde este momento sería la misma persona que alguna vez había sido. Cuando volvió a la realidad, había encanecido, ya era de avanzada edad, sus hijos eran mayores de edad, y con su bondad ayudaba al necesitado. Y, así murió con el favor de ese pajarito que la hizo reencontrarse consigo misma.

Tus huellas. Que lastima. Un abrazo post morten. Seguro la historia tiene preparado un lugar especial, por dejar se escriban tus letras y tomar el tintero, papel y lápiz para diseñarse las mejores letrísticas de este mundo. Y, de seguro la historia te tiene preparado un lugar especial, ya que, eso es supra conciencia, pues muy pocos lo hacen. Te llenaste de valentía amor y esperanza, tus sueños fueron una noble esperanza más que diáfana. Sufriste un impulse en este mundo procaz.

Se entendía tú dolor, amor y eras como los mismos cielos que descarnan y encarnan derramando las mejores lágrimas por sus hijos como tú. Sos una clásico héroe de la vida, eso es supra conciencia pues muy pocos lo hacen.

La nobleza, sencillez de esa avecita fue la artífice de tu reencuentro, en aquellos días aciagos pues en tu memoria revivió tu imagen que se desnudó y trepó al parapeto de tu mente, para hacerte feliz, como lo eras antes. No era en ese momento tu fin, era tu renacimiento a la nueva vida, como una voz que se te acercó, para ser el enlace ante las estrellas del firmamento, esa fuiste tú Sofía.

Ahora ya todo pasó y todo quedó, en los recovecos de la mente, pero nunca en el concurso del pensamiento.

Sobre el autor Bayardo Quinto Núñez, Abogado y Notario Publico, Escritor, Pintor, Músico, Columnista opinionista.

 

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