¿Qué pasa, no ven, o qué?

Por Bayardo Quinto Núñez

¡…Los pueblos…! del planeta afortunadamente, o desafortunadamente son visibles, no invisibles. Es sugerente que, los gobernantes del orbe, de la mejor manera posible presten debida atención en la medida de sus posibilidades, mientras su tiempo continúe atravesando, para ir logrando el sentimiento de paz, tranquilidad, amor y esperanza para su comunidad. Mientras esto suceda, por supuesto, la presentación de la realidad a los pies del amo y sabio pueblo, todo será mejor. Siendo, la misma realidad de las sociedades, su propia medicina, que ustedes como buenos gobernantes deben saber administrarla, con civismo.

No escapa a esto, que, “dichosos” aquellos que se prestan a hablar mal del uno y del otro gobernante (s) les corroe el odio gratuito, envidia y egoísmo. Efectivamente, son hipócritas. Estos sufren, porque en su (s) mentes merodea la sombra tenebrosa de las tinieblas.

Pero existe una gran verdad, es que ni cuenta se dan algunos gobernantes, que están siendo odiados, eso sí es ser dichoso. Estos de mal pensamiento, qué pasa, no ven o qué, están miopes.

De tal suerte, la mirada de los gobernantes de turno de los pueblos del mundo, es oportuno que la pongan fija para el bien. La mirada también habla, y es como que se esté viendo la conciencia o en su propia maldad. Pero. Se encuentra una vertiente de cariño verdadero, cuando esa mirada no es nefanda. Ese, es el elemento para la conciencia de hacer Patria. Claro. La (s) palabra (s), realidad, idea, pensamientos abrazan, pero se debe comprender, que de esto a diario reapréndenos, en el entendido para ir cambiando la sobrevivencia en este mundo, porque el mundo es cotidiano, cambiante y aunque la humanidad esté cansada y abatida todo pasa, todo queda y se desarrolla. Es comprensible que, los gobernantes es imposible todo lo puedan facilitar, eso los mal intencionados deberían comprender.

Ya William Shakespeare decía: “Estamos hechos de la misma materia, que nuestros sueños.” Y Jorge Luis Borges, nos ilustra así: “Solemos ser la realidad de un sueño o acaso el sueño de otros”. Por supuesto somos materia misma y nuestro sueños son materia legítima, esa es la realidad unipersonal y no de interpósitas persona. Somos nosotros mismos, viviendo y sobreviviendo.

Se observa, en el ámbito territorial del planeta, la realidad baila en diferentes sones y se parece a un sueño tarareado con voz y revoz por el mismo estado de necesidad imperante en la gran mayoría de la sociedad de los pueblos, esa es su propia melodía. Entonces, es saludable que, los gobernantes armen la orquesta conjuntamente con sus pueblos, así la fuerza de la unidad logrará mejores progresos y entendimiento por el bien nacional y del futuro de la paz mundial. Hay que dejar a un lado las aptitudes guerreristas, no lleva a ningún fin, sólo a desastres, muertes, y a crear odios, revanchismos, para los pueblos, que son los que más sufren en este recorrer de la vida.

Por tanto. Rubén Darío el padre del Modernismo, en su obra ¿Por qué? nos ilustra proféticamente así: “Al pueblo no se le hace caso. Y el pueblo está enfangado y pudriéndose por culpa de los de arriba. Todas las tiranías se vendrán al suelo: la tiranía política, la tiranía económica, la tiranía religiosa. porque el cura es también aliado de los verdugos del pueblo. Canta su tedeum y reza su paternoster, más por el millonario que por el desgraciado”. (Págs. 35 y 36 de la obra Prosas Políticas. Colección popular Daríana. Ministerio de Cultura-Nicaragua Libre-Managua Nicaragua. Edición 1983). Esto es una gran profecía, porque hemos visto muchas tiranías en tiempos pasados se han desplomado. Pues, se denomina vida dónde nace. Si no encuentras el sueño, pues, cambia el sueño. El sueño también es esperanza, una ilusión de verdad.

Sobre el autor Bayardo Quinto Núñez abogado y notario público, escritor, pintor, músico y columnista opinionista. Ha escrito 16 abras-libros-letrísticas.

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