Universitat Oberta de Catalunya
- Los móviles o aparatos domésticos son la entrada de virus a nuestra red doméstica
Hace más de un año que miles de personas se confinaron en sus casas y trasladaron la oficina a su estudio, habitación o cocina. Y lo hicieron utilizando el computador personal y sin las medidas necesarias para evitar ciberataques. “Los trabajadores se fueron a casa sin estar preparados, lo que creó una situación ideal para los ciberdelincuentes”, explica Helena Rifà, profesora de los Estudios
de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
El docente de los mismos estudios, Jordi Serra, también opina que en nuestras casas “estamos más distraídos y somos más vulnerables” y, por tanto, “estamos peor protegidos”. Y, aunque muchos ya han vuelto a las oficinas, es necesario minimizar los riesgos en las casas e incluir barreras en ordenadores, tablets, celulares o electrodomésticos inteligentes para evitar ataques, exponen los expertos, también investigadores del grupo KISON del IN3 de la UOC.
“Las tablets o celulares son puntos de entrada de problemas y son igual o más vulnerables que un PC”, advierte Serra, que remarca que los atacantes aprovechan momentos en los que “bajamos la guardia” para entrar en el sistema. La comodidad es, a veces, la mejor amiga de la ciberdelincuencia, comenta Rifà. “Es difícil que alguien tenga un antivirus instalado en el móvil, porque gasta batería, pero así es más fácil que haya ataques”, apunta.
Formación y asesoramiento
Los expertos apuestan por más formación y cada vez más temprana. “Hay que interiorizar hábitos de seguridad desde niños”, propone Rifà, mientras que Serra propone contar con unos conocimientos básicos en ciberdelincuencia “como cultura general”. En cuanto al ámbito laboral, un estudio evidencia que el 73 % de las empresas no organizaron ninguna formación cuando estalló la pandemia.
Tras la crisis sanitaria, ambos docentes consideran que seguirá “al alza” la demanda de profesionales en seguridad informática, que, según expone la docente, trabajarán en las grandes compañías u ofrecerán asesoramiento externo. “Es un campo en el que no se había pensado hasta hace poco y que ahora va en aumento, ya que los cibercriminales y los ataques crecen mucho cada día”, apostilla el profesor.
Para cuidar la seguridad virtual de nuestra casa y evitar ciberataques, los expertos ofrecen estos seis consejos básicos:
1- Proteger los dispositivos.
Los expertos aconsejan proteger todos los dispositivos con los que nos conectamos a internet: desde el computador personal hasta un electrodoméstico que se conecta a la red, pasando por el teléfono móvil o la tablet.
“La práctica totalidad de los programas maliciosos actuales se crean para atacar celulares”, advierte Serra. La profesora Helena Rifà cita como esencial hacer copias de seguridad y actualizar el software “de forma periódica” y tener bloqueados los dispositivos con “contraseña o PIN” para evitar el acceso.
2- Instalar antivirus.
Los antivirus son esenciales, aunque los profesores asumen que no pueden detener todas las amenazas que existen en internet. “No nos protegen al 100 %”, reconoce Serra, pero sí que detectan los virus ya conocidos. “Una buena parte de los ataques serán reconocidos y detenidos”, mantiene.
3- Cuidar las contraseñas.
“Las contraseñas deben ser largas y no palabras del diccionario, y no deben contener información personal”, resume Rifà, que admite que es “imposible” recordar las decenas de claves que utilizamos en nuestra vida laboral y personal. “No hay una solución perfecta”, apunta, pero aconseja tener un gestor de contraseñas, contar con doble factor de autenticación —en el que se envía un código a un celular u otro dispositivo—, o buscar reglas nemotécnicas. Serra sugiere tener un “patrón común” y cambiar una parte en cada web en la que nos demos de alta y avisa de que es necesario cambiar “cada medio año” aquellas contraseñas que nos dan acceso a webs “delicadas”, como por ejemplo la web del banco.
4- Tener cuidado con la domótica.
En casa podemos tener ordenadores, celulares o tablets, pero también tenemos otros dispositivos que se conectan a la red y por los que pueden entrar ataques. Serra advierte de que la domótica es “cómoda”, pero también comporta unos riesgos.
El router y el televisor deben tener una contraseña propia, pero también otros elementos del hogar que funcionan conectados a la red.
“Las bombillas que podemos encender o cambiar de color a distancia ya han sido el origen de ataques por no tener suficiente seguridad”, añade.
5- Estudiar la reputación.
Cuando hacemos una compra online o cuando vamos a instalarnos un programa, hay que analizar bien la reputación y las opiniones de otros usuarios.
“Tenemos que fijarnos en las reseñas y ver si las personas han tenido una experiencia satisfactoria”, anima la profesora, que también recomienda acudir a páginas “oficiales”. También considera necesario ver si una web en la que vamos a realizar una compra tiene cifradas las comunicaciones —lo que se muestra con un candado cerrado al lado de la URL—, comprar los datos “básicos” de la empresa o ver si se realiza el pago a través de una plataforma bancaria. “Hacerlo así da cierta tranquilidad porque es más peligroso dar el número de la tarjeta a una tienda directamente”, explica.
6- Ser desconfiados.
La precaución debe guiar nuestros pasos en internet, aconsejan los dos docentes de la UOC. “Tenemos que ser conscientes de los riesgos y protegernos; actuar con sentido común”, afirma Rifà, que pone como ejemplo de páginas web sospechosas las que son “alarmistas, o captan nuestra atención de manera muy rápida”. “Son candidatas a tener virus”, establece.
“Hay que aplicar la desconfianza a cualquier correo o mensaje que se reciba”, comenta Serra, que aconseja, antes de abrir ningún archivo adjunto, por ejemplo, “comprobar realmente quién es la persona que nos lo ha enviado”. Y es que, recuerda el profesor, a veces “asignamos una confianza a interacciones en la red que no reproduciríamos fuera de ella”.