El censo: Héctor A. Gil Müller

Héctor A. Gil Müller

La palabra censo es una palabra latina que indica recuento o estimación, en Roma, el magistrado necesitaba la información fiel de la población para realizar las actualizaciones en la ceremonia de purificación que cada cinco años realizaban. Esa ceremonia se nombraba “lustrum” de ahí que al periodo de cinco años le llamemos así aun en nuestros días. El funcionario presentaba el total de varones, sólo los incluía a ellos, sus bienes y obligaciones. Se podía determinar su carga impositiva o el potencial militar que tenía el imperio. El censor tenía facultades para eliminar nombres de ese listado, dando origen al término “censura”.

México fue de los pocos países que realizaron su censo en el 2020 en medio de un confinamiento mundial. Más de 50 países habían expresado su intención de realizar su censo en medio de un entorno tan complejo, solamente 8 lo lograron, México fue el primero en publicar los resultados.

La información que hoy tenemos nos debe mover a la toma de decisión, no al gobierno solamente, sino como sociedad. Algunos hallazgos o temas pendientes; en México desde 1930 hay más mujeres que hombres, y esto se debe a que ellas son más longevas. Sin embargo, no existe una política pública o una realidad social que atienda la viudez.

Por cada 100 mujeres en México hay 95 hombres, esta diferencia ha ido aumentando a lo largo de las décadas, aunque siempre ha sido ligeramente superior el número de mujeres. Entre 2010 y 2020 la media de edad ha pasado de 26 a 29 años. La población mayor de 60 años es el grupo demográfico que más rápido ha crecido pasando de 7 millones en el año 2000 a 15 millones en la actualidad.

En un estado como Guerrero más del 40% de la población tiene un apoyo gubernamental social, mientras que en Nuevo León solamente el 15%, es un error promediar ambos estados sacando un número nacional.

Por su estado civil el grupo más grande es el matrimonio con el 35.4 % seguido de la población soltera que es 34.2%. En 10 años bajó el matrimonio un 13% en números generales y aumentó un 27% la unión libre. El divorcio aumentó como grupo demográfico un 33%.
En México se desacelera el crecimiento de la población, un comportamiento que se percibe a nivel mundial, ya está pasando la “bomba demográfica”. ¿Estamos preparados para dejar de crecer poblacionalmente?, El INEGI nos enfrenta a una realidad, no somos quienes decimos que éramos, somos un país que ya no es tan

joven, el mapa demográfico comienza a pintar algunas canas y nos enseña que no hemos resuelto lo necesario en muchas asignaturas como para enfrentar el porvenir, reconciliarnos con la juventud y la tercera edad desde las políticas públicas, no podemos depender del bono demográfico, debemos enfrentar lo que muchos países han vivido antes que nosotros.

La información debe usarse, solo las ideas que se usan tiene valor. Como sociedad debemos reflexionar y no dejar en el imaginario colectivo que las cosas serán siempre iguales. Dialoguemos entre generaciones, seamos sabios y preparemos el futuro. El ayer murió mientras dormíamos, ahora solo nos queda hoy para preparar ante el mañana.

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