Pensar a largo plazo para ser buenos antepasados

Staff/Rossi

Invitado por los posgrados en sustentabilidad del ITESO, David Burbano, académico de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, habló de cómo el modelo de ciudad está en crisis y con un futuro insostenible, y de la importancia de poner atención en las consecuencias que la vida urbana tiene en los territorios rurales.

Desde hace más de un año los líderes y los científicos del mundo trabajan en una sola dirección: atender la crisis generada por la pandemia del Covid-19. Sin embargo, el pensador Roman Krznaric ha manifestado una pregunta de la que bien vale hacer eco: ¿la humanidad se está preparando para las próximas pandemias o sólo está frenando los impactos del Covid-19? El pensamiento de Krznaric fue retomado por David Burbano durante la charla “Resistencias locales, crisis y conflictos. Una visión integral del territorio como estrategia hacia la sostenibilidad”, con la que los posgrados en sustentabilidad del ITESO retomaron sus ciclos de conferencias en línea.

Burbano González es académico de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. En los últimos años se ha enfocado en asuntos relacionados con el territorio, las resistencias, el conflicto y los temas económicos vinculados a esta agenda. Comenzó su disertación explicando los conceptos de territorio y sostenibilidad, para luego señalar que es necesario “poner atención no sólo en las actividades que ocurren en la ciudad, sino también en las consecuencias que la vida urbana tiene en los territorios rurales”.

El investigador también delimitó la diferencia entre crisis y conflicto. Sobre el segundo, dijo que implica siempre un problema o dificultad, generalmente entre dos partes, mientras que la crisis es siempre un punto de inflexión que genera un cambio. En ese sentido, añadió, “la pandemia es un punto de inflexión con repercusiones de orden biológico, psicológico, social, político, económico, educativo, religioso, etcétera. Ha implicado un cambio de vida en la manera de relacionarnos, de vivir el mundo y con los otros”.

Burbano habló de que el modelo de ciudad es un modelo en crisis y con un futuro insostenible. Aun así, dijo, se espera que para 2050 se duplique la población urbana. También mencionó que, a pesar de los diversos esfuerzos, la sociedad sigue dependiendo del petróleo, cuyo pico de producción llegará en 2032 y su consumo podría decrecer hasta 2050. Por eso trajo a colación el pensamiento de Krznaric, quien habla del pensamiento catedral —a largo plazo— en contraposición del cortoplacismo. “Debemos tener una perspectiva largo plazo para ser buenos antepasados. La pandemia nos ha hecho pensar desde una perspectiva interdisciplinaria y reflexionar sobre el futuro”, dijo el colombiano.

En la recta final de la charla, Burbano habló de cómo el ordenamiento local del territorio se debe pensar de abajo hacia arriba y contó cómo en Japón se ha trabajado en doce proyectos, distribuidos en cuatro prefecturas, que están planteados a partir de la interdependencia entre el ser humano y el medio ambiente. También relató cómo en el país oriental está ocurriendo una dinámica peculiar: los jóvenes están abandonando las zonas urbanas para regresar a las zonas rurales de las que son originarios sus familiares. Esto, añadió, es una muestra de cómo puede pensarse la regionalización de la interacción poblacional.

Finalmente, el académico puso como ejemplo el Centro Gastronómico del Pacífico, un proyecto que busca poner en práctica un esquema multiescala para involucrar a la mayor cantidad de sectores urbanos y rurales.

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