Poblanos y turistas muestran su veneración al Niño Doctor

Angélica Tenahua

Entre aplausos, porras, lágrimas olor a incienso, a flores, sonidos de matracas, con fe y mucha devoción, los poblanos y turistas participaron dedicándole más de 3 horas a la Profesión de Viernes Santo.

Con gran devoción los poblanos, abarrotaron las calles del Centro Histórico, para ver a metros de distancia la imagen del Niño Doctor de Tepeaca y solicitarle un milagro de salud o agradecer la salud de algún familiar o amistad, que por primera vez participó en la Procesión del Viernes Santo.

Desde temprana hora para llegar al templo de la Compañía, donde era esperado por los ciudadanos para solicitar un milagro.

La expectativa fue superada por la gente, por ello las principales calles del corazón de la ciudad, fueron inundadas por la gente.

En punto de las 11: 15 horas llegó la primera imagen al atrio de la Catedral, fue la imagen de la señora Dolorosa la cual salió de la templo de la Señora del Carmen.

La segunda imagen en ingresar fue el señor de las Tres Caídas, que salió de la iglesia de Analco.

En tercer lugar la imagen de la Soledad, la cual salió del templo de la Soledad.

El Niño Doctor fue la cuarta imagen que llegó a La Catedral la cual salió de la iglesia de la Compañía, la imagen contaba con vestidura roja y en un nicho adornado con flores blancas.

Finalmente las últimas imágenes en ingresar fueron el señor de las Maravillas y Jesús de Nazareno, siendo también las más esperadas por la gente, provocando una emoción en los católicos, debido a que las cofradías en su mayoría son hombres encapuchados, vestidos de negro con una faja color rojo, aquí participan más de mil 150 hombres y 300 mujeres, quienes visten una blusa y falda negra con una pañoleta roja.

La Procesión fue encabezada por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, el rector de la UPAEP, Emilio Baños Ardavín y el presidente municipal de Tepeaca, Sergio Salón Céspedes.

Gran entusiasmo se vivió en la capital cuando la multicitada imagen de Tepeaca encabezó la principal actividad religiosa, entre cantos en los diferentes balcones de los edificios, los creyentes caminaban y rezaban.

Otros ciudadanos se instalaron en las orillas y banquetas de las calles, debido a que el recorrido inició de la Catedral, para tomar la calle 16 de septiembre, Juan de Palafox y doblar en la calle 2 norte para después tomar la 4 oriente- poniente hasta la 11 norte-sur y Reforma.

Al destacar que al llegar al zócalo capitalino se encontraba un grupo de enfermos, por ello Sánchez Espinosa se acercó y pidió acercar la imagen del Niño Doctor.

Fue afuera de la iglesia de Guadalupe, conocida como “La Villita”, donde el arzobispo recordó el sacrificio que hizo Jesús para la salvación de la gente.

“Meditemos hermanos en estos pasajes que vivió Jesús, por ello sigamos orando que hoy el viernes Santo se celebran”, enfatizó.

Mientras transcurría la Procesión algunas personas regalaban agua y naranjas para que los participantes se hidrataran.

En su último mensaje, monseñor agradeció a todos los participantes y congregaciones por participar en la edición 28.

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