El grito de la sirena entre tanto abuso y maltrato

ESCRITA POR ALEJANDRA XILOTL

  • Toda persona tiene derecho al respeto por su propia valía.
  • Ninguna mujer merece ser maltratada y asesinada en manos de algunos canallas y cobardes

Que tantos demonios atraviesan por la mente de un canalla, cobarde para violentar física, emocional, económica, profesional, patrimonial, laboral, de género, y hasta el hostigamiento y en otras ocasiones llevarlas hasta el hacinamiento.

Muchas mujeres sufren discriminación por la marcada brecha salarial, para ellas hay menos oportunidades laborales y otras sin ascensos en el trabajo, son discriminadas por la forma de vestir, y hay elementos muchas veces no visibles a través de una violencia simbólica como es la sumisión y dominación.

Muchas son violentadas por sus propias parejas y otras por algún hombre en el trabajo o un familiar muchas veces cercano.

Se presentan de manera invisible y sutil, seduciendo de mil formas hasta enamorarlas.

Enamoran, te encantan, son cariñosos, te idealizan hasta ganarse tu cariño, tu amor y así poco a poco el proceso de seducción y enamoramiento llega al clímax total y no ves, solo sientes el caudal de emociones que acarician tus sentidos.

Después de esa seducción, caíste en sus brazos, -en brazos equivocados-, y hacerte sentir especial y darte AMOR, al haber obtenido todo de ti, es cuando se va desvaneciendo y cuando la relación esta devaluada, es entonces cuando el agresor empieza a atacar sin sentido, sin misericordia, porque ya no tiene tu cariño. Caíste en sus redes a través de un falso amor y te van apartando de tu familia, de tus amigos, de tu trabajo, y te vas quedando completamente sola y sin dignidad, te menosprecia, poco a poco te va haciendo daño y le sigues creyendo y tu inseguridad se va haciendo más presente, te manipula en tu forma de vestir, de sentir, de pensar, te das cuenta que eres nada, que ya no tienes ilusiones, te das cuenta que ya no te queda nada. Entre lágrimas, entre dolor, vergüenza, te vas perdiendo en un futuro incierto.

Ya no te reconoces, te miras al espejo y te das cuenta que qué vives con miedo, con rabia, con odio por tanta humillación vivida. Viviste a veces negada, ocultada. Te das cuenta que llevas un grito ahogado y que las lágrimas son la triste realidad de tu desesperación y no tienes con quien acudir por te perdiste por completo, porque no recuerdas la mujer fuerte, feliz y con ilusiones y sueños por vivir, por disfrutar que sigues siendo.

Duele hasta el alma callar por vergüenza, para que nadie lo sepa y llorar a solas las penas y sin comprender como aguantar tanto y buscas sobrevivir al maltrato, a la tortura, deshecha, golpeadas en supuesto hogar convertido en prisión, buscando a veces escapar de un infierno interminable y te sientes como una muñeca rota, donde sin piedad y clemencia el canalla te agarraba a patatas.

Hoy duele ser mujer, la fragilidad de algunas mujeres es más común y hay quienes están muertas en vida y su sepulturero es su pareja. Gritos desde el encierro, víctimas de un agresor que está enamorado de su propio reflejo.

“Una relación debe hacerte SENTIR PAZ”

Abre tus ojos, mira al cielo, llora todo lo que puedas y toma el valor de tu vida

¡No estás sola!

Mujer:

Eres muy valiosa, hay una luz tan intensa que está ahí. Que nada y nadie apague tu luz.

Categorías