Mundo Rural
Hipólito Contreras
Los centros de verificación vehicular se aplican en México y Puebla desde hace más de 30 años con el fin de evitar las emisiones contaminantes en unidades de combustión y evitar con ello que las partículas contaminen el aire, ese es el propósito fundamental de su existencia.
Pero ¿han servido realmente para frenar la contaminación del aire? Sólo hay que preguntarles al gobierno y a los habitantes de la Ciudad de México, la ciudad más grande del mundo. ¿les ha servido? Parece que no, en esa gran megalópolis es probable que circulen 10 millones de automotores gasolina todos los días, sus emisiones a la atmósfera son muy dañinas a pesara de que se supone que son verificados, le resultado es contaminación del aire y las contingencias constantes.
El gobierno de la Ciudad de México desde hace muchos años como una medida para mitigar el problema estableció el programa “Hoy no circula” con lo que intentó que millones de unidades no circularán todos los días y con ello bajaran los niveles de contaminación, ¿ qué pasó? Pues que los ciudadanos se compraron hasta tres carros, de modo que cuando no circulaba uno ocupaban otro. La medida fue contraproducente no funcionó, el aire de la capital del país y su zona metropolitana es uno de los más contaminados del mundo.
En la Ciudad de Puebla y su zona metropolitana la contaminación del aire es cada vez peor, en el pasado mes de abril se tuvo una contingencia ambiental, las mediciones indicaron que la calidad del aire era pésima con todo y verificación del millón 600 mil unidades, aunque eso se supone porque el mismo gobierno reconoce que no se llega ni al 60 por ciento de ese total.
Si claro, lo deseable es que los motores no contaminen, que sean motores limpios, ecológicos, pero no es así, todos los motores a gasolina contaminan, sean nuevos o viejos, la gasolina contamina, para que no contaminen necesitan otra fuente de energía, otro tipo de combustible, por lo menos se bajan las emisiones contaminantes en un alto porcentaje.
Sin embargo, esto no se hace, los gobiernos, los poderosos políticos y empresarios del mundo, y las sociedades metidos en el consumismo, quieren usar gasolina hasta que se acabe el petróleo en el mundo, y esto sucederá dentro de 30 o 40 años. El petróleo ha hecho multimillonarios a los grupos que lo controlan en el mundo, para ellos dejar de usar este combustible les impedirá recibir muchos cientos de miles de millones de dólares, por eso no lo dejan, al contrario siguen explorando para encontrar las últimas reservas en el mundo, la contaminación les vale un cacahuate.
Pero veamos en Puebla qué pasa con los centros de verificación, pues nada que en el gobierno de Moreno Valle acabaron con ellos, los eliminaron a todos, había muchos tanto en Puebla capital como en los demás municipios, todo mundo podía verificar sus unidades sin mayor problema. Esta medida dañó a los empresarios que tenían las concesiones, perdieron las inversiones hechas en los costosos equipos, y despidieron a sus trabajadores, los que quedaron desempleados.
Independientemente de que la verificación de unidades no es una solución a la contaminación del aire, con los centros de verificación anteriores por lo menos era un proceso rápido, no había pérdida de tiempo para los ciudadanos.
Sin embargo, el gobierno de hace ocho años se dio cuenta que verificar unidades era un gran negocio por lo que procedió a retirar las concesiones a los particulares que prestaban este servicio y entregarlas a grupos selectos de empresarios.
Fueron autorizadas sólo 17 concesiones en el estado de Puebla, 17 centros de verificación para un parque vehicular de un millón 600 mil unidades, según cifras oficiales.
Por el reducido número de centros de verificación las esperas para verificar son de hasta 10 horas, un verdadero atentado a los derechos de los ciudadanos, los que tienen que perder todo el día para verificar su unidad, y muchas veces sólo para que los empleados les digan “su carro no pasa, llévelo con su mecánico y regresa”.
Por otro lado se prohibió a los anteriores empresarios que prestaban el servicio que preverificaran las unidades, lo que era de gran beneficio para los propietarios de las mismas pues al ser revisadas ya no tenían problemas para pasar la verificación, ni eso les permitieron, ¿pues de qué se trata? ¿ que no les quiten el negocio? No se los quitan, ellos sólo hacen un trabajo mecánico, ellos no tienen concesiones, las tenían, el cobro por verificar los hacen los concesionarios.
Bueno, todo un rollo con esto de las verificaciones de unidades, todo un negociazo para los concesionarios, que en realidad son un grupo reducido y selecto de empresarios no poblanos.
Si lo que se busca es que los autos y unidades en general no contaminen el aire, pues que dejen de usar gasolina, eso es todo.
Y si lo que quieren es que todos verifiquen que pongan por lo menos 200 centros de verificación en el estado para que la gente pase y salga en minutos, no se vale que se pasen el día ahí, hay muchos que desde las 5 de la mañana ya hacen fila, no se vale, la verdad no se vale.
Los centros de verificación podrían ser innecesarios, bastaría que a cada propietario de unidades se les exigiera dos afinaciones de los motores por año, y toda unidad que visiblemente arroje humo sea retirada de circulación hasta que se corrija el problema, eso sería suficiente.
La verificación no debe ser tomado como fuente de ingresos, como negocio, para nadie.
Un gobierno eficiente hace las cosas rápidas y bien, un buen gobierno facilita las cosas a los ciudadanos, no las complica.
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