Por Abigail Nolasco
En la ciudad de Puebla, las microempresas representan un motor fundamental para la economía local. El 99% de las empresas en Puebla son micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), según datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE). Este sector genera empleo, fomenta la innovación y fortalece el tejido social al ofrecer oportunidades a emprendedores y familias. Sin embargo, el crecimiento sostenible de estas unidades económicas enfrenta múltiples desafíos que requieren la intervención estratégica del gobierno municipal.
La demanda de proyección, apoyo y desarrollo por parte de las microempresas no es un capricho, sino una necesidad para garantizar su competitividad y supervivencia en un entorno económico cada vez más complejo. ¿Está el gobierno municipal preparado para afrontar estos retos?
En la pasada administración, el ex titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo, Jaime Raúl Oropeza Casas, descartó la posibilidad de implementar el fondo semilla destinado al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas debido a la situación financiera en la que quedó el ayuntamiento de Puebla, producto de un adeudo de casi 500 millones de pesos.
El extitular manifestó que “se hará el esfuerzo” para concretarlo lo más pronto posible, ya que fue una promesa realizada por el ahora alcalde, José Chedraui Budib, tanto en su campaña como en su toma de protesta.
Con esta problemática, está claro que será uno de los retos más grandes de esta administración. Sin embargo, el desarrollo de las microempresas en Puebla no solo es un desafío para el gobierno municipal, sino también una oportunidad para impulsar el crecimiento económico local. Con políticas públicas adecuadas, basadas en la simplificación, el financiamiento y la capacitación, es posible construir un ecosistema empresarial más fuerte y resiliente. Las microempresas no son pequeñas por su impacto, sino por las oportunidades que se les han brindado; es momento de cambiar esa realidad.
Abigail Nolasco Rodríguez
Joven, estudiante de derecho y las ciencias políticas, activista social comprometida con la organización comunitaria como herramienta para generar cambios reales y sostenibles. Creo firmemente que la participación colectiva y el fortalecimiento del tejido social son pilares fundamentales para transformar nuestra sociedad desde sus cimientos