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¿Te ha pasado que tú o la gente que te rodea está muy irritable en estos días de calor extremo?, es muy probable que esto tenga una explicación científica, aquí te platicamos.
La irritabilidad durante las olas de calor es un fenómeno muy observado y estudiado. Las altas temperaturas no solo afectan nuestro bienestar físico, sino también nuestro estado emocional y mental.
Efectos fisiológicos del calor
Uno de los principales efectos del calor es la deshidratación. Según expertos en salud, “la deshidratación puede llevar a una disminución del volumen sanguíneo, lo que hace que el corazón trabaje más para bombear la sangre por el cuerpo”. Esto puede provocar una serie de síntomas desagradables, incluyendo fatiga, mareos y dolores de cabeza, que a su vez contribuyen a un estado de irritabilidad.
Aumenta la temperatura corporal
El cuerpo humano mantiene una temperatura interna constante a través de un proceso conocido como termorregulación. Durante las olas de calor, el cuerpo lucha por mantener esta temperatura, lo que puede resultar en un sobrecalentamiento. Otros expertos en medicina interna, señalan que “el sobrecalentamiento puede afectar el sistema nervioso central, disminuyendo la capacidad de una persona para pensar con claridad y aumentando la irritabilidad”.
¿Qué es el estrés térmico?
El estrés térmico ocurre cuando el cuerpo no puede enfriarse lo suficiente para mantener una temperatura saludable. Esto puede llevar a un aumento de la presión arterial y la liberación de hormonas del estrés como el cortisol. Psicólogos y especialistas en estrés térmico, indican que “la liberación de cortisol en respuesta al calor extremo puede intensificar los sentimientos de ansiedad y frustración, contribuyendo a un estado general de irritabilidad”.
Además, están los efectos psicológicos del calor
Las altas temperaturas pueden interferir con la calidad del sueño. El sueño es crucial para la regulación del estado de ánimo y la función cognitiva. Médicos expertos en sueño y psicología, explican que “el calor excesivo puede dificultar la conciliación y el mantenimiento del sueño, lo que lleva a una menor cantidad de sueño reparador”. La falta de sueño está directamente relacionada con un aumento de la irritabilidad y la disminución de la tolerancia al estrés.
Sube el estrés ambiental
El calor extremo puede aumentar el estrés ambiental. Las personas son más propensas a sentirse incómodas, atrapadas y sofocadas cuando están expuestas a temperaturas altas. Investigadores en psicología ambiental, revelan que “el estrés ambiental debido al calor puede hacer que las personas se sientan más tensas y menos capaces de manejar conflictos menores, lo que aumenta la probabilidad de irritabilidad”.
Baja la capacidad cognitiva
El calor puede afectar la función cognitiva, haciendo que las personas se sientan mentalmente agotadas y menos capaces de concentrarse. Especialistas en fisiología del ejercicio, indican que “las altas temperaturas pueden disminuir el rendimiento cognitivo, haciendo que las tareas cotidianas se sientan más arduas y frustrantes”. Este deterioro cognitivo puede llevar a un aumento de la irritabilidad debido a la frustración por la disminución de la eficiencia mental.
Peleas o conflictos interpersonales
El calor puede exacerbar los conflictos interpersonales. Expertos en dinámica de equipos y conflictos, sugiere que “las personas tienden a ser menos pacientes y más propensas a discusiones durante los periodos de calor extremo”. Este aumento de los conflictos puede deberse a una combinación de malestar físico y estrés psicológico.
También hay una limitación de las actividades recreativas
Durante las olas de calor, las personas pueden verse obligadas a limitar sus actividades recreativas al aire libre, lo que puede llevar a un aumento de la frustración y el aburrimiento. La incapacidad para participar en actividades recreativas debido al calor puede reducir las oportunidades de relajación y disfrute, contribuyendo a un estado de irritabilidad.
Crece el aislamiento social
El calor puede llevar a un mayor aislamiento social, ya que las personas tienden a quedarse en interiores para evitar el calor. El aislamiento social puede aumentar los sentimientos de soledad y malestar, lo que puede agravar la irritabilidad.
¿Cómo bajarle a la irritabilidad?
- Mantente hidratado: Beber suficiente agua es crucial para prevenir la deshidratación y sus efectos negativos. Los expertos recomiendan consumir al menos ocho vasos de agua al día, y más durante los periodos de calor extremo.
- Mantén un ambiente fresco, ya sea utilizando ventiladores, aire acondicionado o tomando duchas frías, puede ayudar a regular la temperatura corporal y reducir el estrés térmico.
- La práctica de técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda y el yoga, puede ayudar a manejar el estrés y la ansiedad relacionados con el calor.
- Asegúrate que el entorno de sueño sea lo más fresco y cómodo posible puede mejorar la calidad del sueño y, en consecuencia, reducir la irritabilidad.
- Encuentra alternativas a las actividades al aire libre, como leer, ver películas o practicar hobbies en interiores, puede ayudar a mantener el bienestar mental durante las olas de calor.
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