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Por la mañana, en Austria, una familia de turistas daneses enfrentó graves heridas tras un accidente en el teleférico de Acherkogelbahn de la estación de esquí de Hochoetz, en el pintoresco valle tirolés de Ötztal.

El señor Hansen, de 49 años, padre de la familia, se encuentra en estado crítico, recibiendo atención intensiva en la clínica de Innsbruck, después de que una góndola se precipitara de una altura de entre siete y diez metros. El incidente también involucró a su hijo de 20 años, su hija de 19 y su tío de 46, todos sometidos a un rescate complicado debido a la ubicación remota del accidente en medio del bosque.

Las autoridades informaron que un árbol cayó sobre el anclaje de la góndola, desencadenando la caída de la familia y posiblemente causando heridas a otras seis personas, incluyendo a una pareja de alemanes en la góndola adyacente, afectados por las vibraciones del cable de soporte.

El comandante de policía del distrito de Imst, Hubert Juen, declaró que se desconoce el alcance de las lesiones de la pareja alemana y que la investigación está en curso para determinar la causa exacta del accidente. “No hay indicios de errores técnicos o humanos hasta el momento”, afirmó Juen.

El rescate de los heridos se vio obstaculizado por la ubicación en un terreno de difícil acceso. La empresa de ferrocarriles de montaña informó que, tras el accidente, el teleférico quedó temporalmente fuera de servicio. Dos de los heridos fueron trasladados a la clínica de Innsbruck y al hospital de Zams.

Los detalles del accidente fueron comunicados a otros visitantes a través de los altavoces del ferrocarril, y al mediodía, la mayoría de los huéspedes se encontraban en la montaña o regresando al valle. Michaela Burger, de Bergbahnen Hochoetz, calificó el suceso como “dramático” y destacó la improbabilidad de un incidente de este tipo, instando a los expertos a esclarecer los eventos que llevaron a la caída de la góndola, descartando la influencia del viento. Con información de APA.