Tres minicuentos

Autor Bayardo Quinto Núñez

LA AGUJA
Un día se presentaron varios niños y se pusieron a rebuscar en un arroyo, en pos de clavos viejos y de cosas y cosas. Era una ocupación muy sucia, pero se divertían de lo lindo. ¡Ay! exclamó uno, se había pinchado con una aguja de zurcir en la búsqueda y dijo: “Marrana”. No soy ninguna marrana, sino una señorita, protestó la aguja.

LOS BELLOS OJOS!
Rosendo era un hombre acaudalado. compró a una muchacha por un dinero más que considerable. Y, una tarde, que estaban sentados, en el patio de su casa la miró y echó a llorar. La muchacha nerviosa, le preguntó, por qué llora.
-Lo que sucede, que tienes tan bellos ojos que me olvido de adorar a Dios, él respondió.
La joven, se asombró y sólo le quedó viendo intensamente, y cuando quedó a solas, una luz muy luminosa le penetró sus ojos, quedando totalmente ciega. Al día siguiente, al verle Rosendo en ese estado se enflatúo, expresándole:
-¿Que has hecho hija mía, por qué te has maltratado así? Has disminuido tu valor.
-No he hecho nada, fue el sol que me ha dejado ciega, respondió la joven.
-¿Como, como, es eso? replicó Rosendo.
-No quiero que haya nada en mí que me aparte de adorar a Dios.
Al día siguiente, Rosendo la encontró muerta, y con el total de dinero que le había comprado, debajo de la almohada. Y, le cobijada un inmenso rayo que penetraba por la ventana.
– Que Dios se la lleve con bien, gesticulación Rosendo, y le rezó un Padre Nuestro.

CON LA GESTICULACIÓN
En la pulpería de doña Amanda conversan sobre temas varios, de escritura, lectura, pero los temas predilectos era de los picaditos, diario muy de mañana llegaban a comprarle dos córdobas de pan y la pedían les regalará agua.
-Doña Leonor, expresó a Amanda, en muchas ocasiones: El pobre Carlos no sabe leer ni escribir, pero, habla perfectamente, lo cual, es mejor que escrito o leer.
-De verdad, respondió Amanda, hablar es como saber escribir y leer.
-Con la gesticulación, se mira en muchas direcciones, y no es analfabetismo, por eso el ser humano nunca ha sido analfabeta, porque con sus palabras escriben, y leen, repuso Leonor.
Sobre el autor de estas obras letrística Bayardo Quinto Núñez, escritor, pintor, músico y columnista opinionista.

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