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Un cohete de 3 toneladas se estrelló contra la Luna, produciendo un cráter de al menos 20 metros de diámetro. Estos fueron algunos de los estragos.

La nave se abandonó hace 7 años. Como parte de una misión todavía desconocida, un cohete de al menos 3 toneladas se dejó a su suerte en el espacio exterior, orbitando la Tierra y sus cercanías. Nadie nunca le prestó atención, hasta que se volvió una amenaza inminente para nuestro único satélite natural. Después de algunas semanas de observación, se confirmó la preocupación de las agencias espaciales: el cohete impactaría a la Luna, y podría dejar su marca para siempre sobre la superficie.

Originalmente, se pensó que se trataba de una nave de la estación espacial China. Sin embargo, el país negó públicamente que le perteneciera. En un segundo momento, después de los desastres que ha producido la basura espacial de SpaceX, se inculpó a la empresa de Elon Musk por contaminar el espacio exterior una vez más. Mientras tanto, la fecha tentativa de impacto se había previsto para el 4 de marzo de 2022.

Por su identidad desconocida, se le empezó a llamar como un ‘cohete rebelde’. pesar de la observación cercana y las investigaciones de la NASA, todavía no se sabe con precisión de dónde viene la nave, quién la lanzó al espacio, ni con qué motivaciones. Después de varios días de incertidumbre, el pedazo de basura espacial llegó a su destino final. Estos fueron los estragos.

El accidente del 4 de marzo

Las proyecciones de la NASA sugerían que el cohete impactaría la Luna el 4 de marzo de 2022. Específicamente, en el cráter Hertzsprung, a eso de las 7:30 de la mañana en Estados Unidos. La energía del impacto produciría un nuevo cráter, con un diámetro de al menos 20 metros, según la cobertura de Live Science.

Ésta es la primera colisión accidental que se registra en la Historia. Aunque algunos expertos están convencidos de que la nave pertenece a China, el país negó sus lazos con el dispositivo rotundamente, como reportamos en Muy Interesante México hace un par de semanas.

A raíz de la colisión del cohete contra la Luna, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) aseguró que existen al menos “36 mil 500 piezas de basura espacial mayores a 10 centímetros“, orbitando alrededor de la Tierra. El accidente del 4 de marzo es producto de esta contaminación más allá de la atmósfera.

¿La Luna se verá afectada para siempre por el cohete rebelde?

De cierta manera, sí. El cráter que generó el impacto del cohete en la Luna es irreversible. Además, el accidente produjo lanzó toneladas de polvo lunar salieran disparadas al espacio exterior. Sin embargo, quizá lo más difícil del asunto es que arroja luz sobre los estragos que la basura espacial está generando en otros cuerpos celestes, así como en la seguridad de las personas que dedican su vida a la investigación espacial.

Si bien es cierto que Elon Musk está mandando cantidades industriales de basura al espacio, y que han habido errores severos en los lanzamientos chinos, la realidad es que nunca estaremos seguros de a quién le pertenece el cohete. Al respecto, Hugh Lewis, de University of Southampton, explica que hay que tener cuidado con lo que lanzamos al espacio:

“Es el lío que hemos creado. Los objetos que creemos que son seguros en realidad pueden regresar a la Tierra inesperadamente”, asegura el experto para la BBC.

Por lo demás, no tendremos evidencia de los estragos hasta que los dos satélites artificiales que orbitan la Luna nos devuelvan imágenes del accidente. El cohete que impactó la Luna se quedará ahí para siempre, a menos de que alguna agencia espacial o empresa privada se tome la molestia de recoger la basura de los demás.