Mundo Rural
Hipólito Contreras
Como cada año en las fechas cercanas al mes de noviembre y diciembre, se celebra el llamado “El buen fin”, celebración que busca imitar el éxito de uno de los eventos más importantes en Estados Unidos, el llamado “Black Friday”.
El buen Fin viene del mundo capitalista y tiene como fin exprimir la economía de las familias que no precisamente pasan por una buena racha económica, sino todo lo contrario.
En más o menos una semana el comercio baja sus precios con descuentos que varían y que buscan los precios más bajos. Las familias con tal de ganar la oportunidad son capaces de gastar su pequeño capital en productos que por lo general no necesitan pero que son atraídos con tan importantes descuentos.
Por ejemplo, en un mercado encuentras rebajas que pueden llegar hasta en un 80% en digamos un equipo de sonido al que llegan a modificar su valor real.
Las familias hacen todo lo posible para comprar ese bien porque según esa oferta ya no volverá a encontrarse en el mercado. El buen fin sigue una estrategia capitalista “el que compra hoy no volverá a hacerlo hasta que vuelva a presentarse la oportunidad en el siguiente año, aproveche hoy la oferta. El ciudadano se ve obligado a rematar su salario con tal de adquirir estos bienes sin importar si mañana le sobre para comer.
El buen fin no genera felicidad, sino una gran pobreza en las familias mexicanas, pero nadie habla sobre la importancia de saber ¿Cómo se pagará ese bien material? A tus hijos darles una “felicidad”, la verdad es que es una mera ilusión ya que lo único que hacemos es hacer que el dinero que tanto costó ganarse se quede en unas cuantas manos.
“El Buen fin” no procura la protección de nadie, el gobierno hace todo lo contrario, empobrecer más a la gente y enriquecer más a la clase pudiente, no hay protección para nadie, nadie nos advierte “no te dejes engañar” pero lo que en verdad ocurre es: “olvídate si no puedes pagar”.
El Buen Fin no respeta la situación económica de las familias hoy en plena pandemia, algunas de ellas probablemente sufrieron la consecuencia de que en algún miembro de su familia sufriera el caso de un contagio de Covid-19 y que debido a eso su economía se vio sujeta a gastos médicos dedicados como por ejemplo atención médica o compra de suministros para su tratamiento como lo es el costoso “tanque de oxígeno”.
En el caso de que no fuera suficiente, la economía general del país tuvo un freno ya que la situación amerito un toque de queda que involucraba el cierre de muchos comercios y establecimientos comerciales durante gran parte del 2020 y 2021.
En el Buen Fin solo se interesa vender, el gobierno nunca ha mostrado interés por proteger la economía familiar, lo único que quiere es jalar dinero para ir llenando los bolsos de unos cuantos privilegiados cuyo único interés es acumular riqueza.
El propósito de El Buen Fin es acabar con la economía familiar y visto desde un punto de vista conclusivo, el gobierno remata este único principio del propósito de esta celebración.
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