Murió Chepina Peralta, precursora de los programas de cocina en México

EL IMPARCIAL 

Chepina inició su carrera en 1967 y realizó más de 7 mil programas de televisión.

CIUDAD DE MÉXICO.- La cocinera Chepina Peralta falleció a los 90 años de edad por causas naturales, así lo dio a conocer su yerno Jorge Fernández de Lara al portal web donde Chepina, pionera de los programas de cocina en televisión, colaboraba.

Lucía Josefina Sánchez Quintanar fue de las primeras en cocinar en televisión en programas como “La Cocina de Chepina”, “Cocinando con Chepina”, “Chepina en tu cocina”, “Su menú diario”, “Sal y Pimienta”, “Chepina y su menú Pando”.

Realizó más de 7 mil programas en televisión y otros 9 mil más en la radio; además de colaborar en la Fundación Veytia y Anguiano por 33 años consecutivos y ser autora de revistas de cocina y 13 libros, desde 1997.

Un icono de la televisión, pionera y promotora de la gastronomía mexicana a través de sus espacios en TV y radio, #ChepinaPeralta falleció hoy a los 90 años. Enviamos nuestro pésame a la familia y amigos #QEPD ���� pic.twitter.com/P4YqIQlMeR

— Fondo Mixto de Promoción Turística de la CDMX (@fmpt_cdmx) April 3, 2021

El Fondo Mixto de Promoción Turística de la CDMX lamentó el deceso de una de las promotoras de la gastronomía mexicana a través de sus espacios en televisión.

“Un icono de la televisión, pionera y promotora de la gastronomía mexicana a través de sus espacios en TV y radio, #ChepinaPeralta falleció hoy a los 90 años. Enviamos nuestro pésame a la familia y amigos”.

A Chepina no le gustaba cocinar, pero tuvo que aprender, pues en casa había niños que alimentar.

“Yo no sabía cocinar ni me gustaba. En casa se cocinaba y se tenía que cocinar, pues había cinco niños y un marido en la familia, pero no me gustaba cocinar. Eso no lo dije en la entrevista y me dieron el trabajo, pero no tenía problemas porque me daban el guión y duraba 15 minutos”, narró en una entrevista al medio El Universal hace unos años.

Luego dejó de ir a la televisión, pues se terminó el programa, además de que coincidió con una laringitis que padeció. Cuando se recuperó regresó al medio y fue recibida por un productor cubano que le preguntó a gritos dónde se había metido, pues no tenían ni su dirección ni sus datos.

Le enseñó las cartas y telegramas de muchas mujeres que estaban “locas” por su programa, y le ofreció continuar con el espacio pues, incluso, ya tenían patrocinador.

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