Mundo Rural

Hipólito Contreras

La detención hace años de la maestra Elba Esther Gordillo, la reciente de Rosario Robles y lo ocurrido con el subsecretario de desarrollo social, sólo forman la larga lista de ex funcionarios llamados a cuentas en la historia reciente.

Dato curioso, todos, o casi todos los funcionarios y ex funcionarios con problemas de corrupción provienen o formaron parte del Partido Revolucionario Institucional, un partido que tuvo un pasado glorioso, nació de las cenizas de la revolución, gobernó por 70 años el país, fue el creador de las grandes instituciones como el IMSS, el ISSSTE y el Infonavit, y luego se derrumbó.

No es que los panistas se salven de la corrupción, pero sus casos son menores, ellos gobernaron el país sólo en dos sexenios, ellos sólo mostraron inexperiencia para gobernar y dilapidaron miles de millones de pesos por exportaciones petroleras, sobre todo en el gobierno de Fox cuando México llegó al tope de una producción de tres millones de barriles diarios.

Casos sonados de priistas detenidos son los gobernadores de Veracruz y Quintana Roo, grandes sumas de dinero son las que desviaron, muchos miles de millones de pesos, riquezas inexplicables y muy lejanas a sus ya abultados ingresos por sus exagerados sueldos que tenían.

Desde la campaña el Presidente López Obrador informó que acabaría con la corrupción, que lo haría como se barren la escaleras, de arriba hacia abajo, parece que ya ha empezado, si es así será una larga lista de ex funcionarios los que sean llamados a cuentas.

Si la Auditoría Superior de la Federación, la Secretaría de Hacienda, Función Pública, o las dependencias encargadas de vigilar el uso de los recursos públicos, cumplen con su papel, detectarán muchas irregularidades de ex funcionarios federales, estatales y municipales, a todos ellos los tendrá que llamar a declarar, a pedirles expliquen cómo se usaron los recursos públicos que ellos manejaron.

Decimos que casi no hay panistas detenidos por corrupción, sin embargo, hay un caso especial que debe ser revisado, el del ex gobernador Moreno Valle, ya fallecido, ( por cierto un accidente aéreo que a casi un año no se ha aclarado), su gobierno manejó recursos por casi 500 mil millones de pesos, sin que se sepa en que obras o programas se usaron porque para los poblanos no hubo progreso, grandes sectores de la población siguen en la pobreza, entonces ¿para qué sirvieron 500 mil millones de pesos? ¿en qué se gastaron? El gobierno de la cuarta transformación debe ir al fondo del asunto. Puebla además, quedó endeudada dicen con más de 70 mil millones de pesos.

López Obrador decía en campaña que en México hemos tenido gobiernos ricos y pueblos pobres, gobiernos que han manejado los recursos públicos a su antojo, gobiernos con sueldos que llegaban a los 450 mil pesos mensuales, mientras muchos millones de mexicanos se debatían y se debaten en la miseria con ingresos de tres mil pesos mensuales.

Esta realidad es la que criticó López Obrador desde su primer campaña presidencial allá por el 2006, él veía un país muy desigual, con mucha corrupción, él vio el mismo país que vio Luis Donaldo Colosio en 1994, quien en su discurso días antes de su asesinato, dijo: “veo un pueblo con hambre, pobre y con sed de justicia”, quizás eso le costó la vida.

Lo que hay que hacer entonces es enderezar a este país, hay que darle una buena barrida de basura de arriba hacia abajo y que caiga todo lo que tiene que caer.

Es deseable es que en esta barrida confisquen todas las propiedades de ex funcionarios que las adquirieron con recursos públicos, con sobre costos de obras, con los famosos moches, con el uso de materiales de baja calidad pero informados como de buena calidad, con esos inventos llamados bonos, con esos aguinaldazos de muchos millones de pesos, con servicios médicos en hospitales privados pagados con recursos públicos, con los prestanombres y empresas fantasmas, con el llamado nepotismo que consistió en la entrega de plazas a familiares, amigos y compadres.

Es deseable que el nuevo gobierno haga una limpieza general y que caigan todos los que tienen que caer, pero lo importante más que la cárcel es que devuelvan lo que se llevaron, no es justo que alguien haya acumulado cientos o miles de millones de pesos y viva como rey, mientras que millones de mexicanos se debaten en la miseria. Es hora de ordenar el país.