Rossi A. G.
La evolución tecnológica ha traído consigo innovaciones en todos los sectores, el legal es uno de ellos. La tecnología blockchain que está detrás de los contratos electrónicos y la Inteligencia Artificial (IA) están convergiendo rápidamente, cambiando la forma en que las empresas redactan contratos y realizan negocios. El uso de contratos electrónicos es una realidad a nivel global, de acuerdo con el informe Global Electronics Contract Manufacturing Services Market 2019, esta industria ha mantenido un crecimiento promedio anual de 5.45%, siendo de 283, 650 millones de dólares durante 2015 a 332, 610 millones de dólares en 2018,
Esta clase de contratos llegaron para sustituir a las tradicionales acuerdos comerciales y de servicios que se realizan en papel. Los convierten en sistemas automatizados que impulsan transacciones entre las partes. Mediante el uso de Blockchain -registro distribuido en varios nodos de una red-, se monitorean activamente las condiciones establecidas en el contrato y desencadenan acciones.
“El propósito de los contratos electrónicos es permitir a la gente comerciar y hacer negocios con otras personas, mayormente a través de internet, sin la necesidad de un sitio de autoridad centralizado para actuar como intermediario. El resultado es un acuerdo virtual blindado ante cualquier eventualidad, de manera que si todas las partes entregan lo acordado, las posibilidades de fraude se vuelven mínimas”, comenta Ignacio Bermeo director general de Trato, firma especializada en la elaboración de contratos electrónicos.
De acuerdo con Trato, la tecnología de blockchain permite almacenar información que jamás se podrá perder, modificar o eliminar, lo que está revolucionando algunos sectores como:
Herencias y donaciones
En el caso de herencias, un contrato con blockchain podría autorizar el procedimiento o parar la aplicación de un testamento, asignando los activos a las partes
correspondientes tras el fallecimiento; por ejemplo, cuando el hijo de un beneficiario cumpla 18 años. Por otro lado, la donaciones podrían asegurarse con esta tecnología, estableciendo una fecha en la que una cantidad determinada se transfiera a la cuenta de una asociación, después de que ésta haya cumplido con un objetivo, como la entrega de apoyos o la afiliación de más personas.
Relaciones laborales
Las empresas que utilizan esta clase de contratos pueden contar con una plantilla de trabajadores a los que no tienen porqué conocer personalmente gracias a las nuevas aplicaciones de identidad digital. En este caso, los contratos inteligentes serán los responsables de controlar el grado de cumplimiento de las obligaciones laborales e incluso podrán decidir extinguir la relación si comprueban el incumplimiento de las obligaciones esenciales, o una infracción laboral.
“La razón de un contrato es proteger los acuerdos que existen entre las partes sobre un objeto lícito. La tecnología está poniendo a disposición de las partes las cosas, ya sean materiales o virtuales, a un click de distancia. Esto lo que hace es evitar “el acuerdo”, ya que la información es más accesible. Entonces, los contratos empiezan a jugar otro papel: sobre lo que puede pasar después, en lugar de lo que tiene que pasar antes. En ese entendido, los contratos tendrán más un fin de garantía”, agrega el director general de Trato.
Depósito en garantía
Los contratos inteligentes se pueden configurar fácilmente como cuentas de depósito en garantía que hacen un seguimiento del intercambio entre dos partes. El comprador de bienes o servicios transferirá el pago a la cuenta del contrato. El contrato supervisará los servicios externos y, una vez transferida la propiedad del vendedor al comprador, liberará automáticamente los fondos al vendedor.
Este sistema, por ejemplo, podría extenderse a todas las compras realizadas por Internet, ya que los gastos serían mínimos. Si después existe una inconformidad, la Ley tendrá que analizar la transacción realizada.
Entidades financieras
La industria financiera es la más avanzada en este tema. Con el número de empresas fintech que tienen operación en México, el uso de los contratos eléctricos y sistemas de IA que permitan revisar el historial crediticio de cada persona, las firmas agilizan las formas de otorgamiento de crédito.
Con un contrato inteligente, el cliente se sujeta a un esquema que le permite disfrutar de una tarjeta de crédito, luego ser reconocido como un usuario responsable, para finalmente ser habilitado para acceder a nuevos productos financieros. Igualmente, aquellos que incumplan con las especificaciones de un contrato, su servicio es cancelado en automático.
Bienes raíces
En la actualidad, la compra y venta de inmuebles se maneja con intermediarios, lo que propicia una serie de contratos a la hora de utilizar estos servicios, así como al momento de vender una propiedad. El uso de un contrato inteligente facilita el curso de estas operaciones, pues serviría para determinar si el inmueble cuenta con documentación en regla, si el dinero para la compra es legal y facilita la transacción, entregando el dinero automáticamente a la empresa inmobiliaria y al vendedor en cuanto se firmen las escrituras.
“Gracias al uso de inteligencia artificial es que se analiza el estado legal de una propiedad antes de venderla, con lo que se evita un posible fraude inmobiliario”, indica Ignacio Bermeo.