CLARÍN
La granja, situada en la República de Sudáfrica, ofrece a los cazadores disparar a los animales por precios que van de 200 a 12.500 dólares, según el animal que quieran matar.
En Sudáfrica se hizo tristemente muy popular una granja de caza en donde los animales son criados con el único fin de ser capturados por cazadores profesionales o aficionados.
Muy popular una granja de caza en donde los animales son criados con el único fin de ser capturados por cazadores profesionales o aficionados.
Los visitantes llegan hasta el recinto llamado Imberba Rakia y pagan entre 200 y 12.500 dólares según el animal al que quieren matar.
Los cazadores pagan 650 dólares por una avestruz. En tanto, los animales más caros son el búfalo del Cabo y el hipopótamo, que cuestan $12.500 dólares.
La granja publica imágenes en sus redes sociales en donde alimentan con carne cruda a los animales para hacerlos engordar.
Leopardos, leones, elefantes, rinocerontes y tigres son citados a pedido según la disponibilidad, las cuotas, los permisos y los requisitos de exportación.
Los animales criados en Imberba Rakia son víctimas de la caza de trofeos. Los cazadores los matan y publican fotos de sus víctimas en redes sociales.
La práctica por parte de la granja fue denunciada por Eduardo Goncalvez, fundador de una campaña para prohibir la caza de trofeos.
“Imberba Rakia está criando tigres, leones y otros grandes felinos, como guepardos y leopardos, muchos de los cuales podrían ser asesinados por cazadores de trofeos en recintos solo por diversión”, sentenció Goncalvez.
“La cría de grandes felinos en Sudáfrica es una industria en auge. Es un comercio repugnante que explota cruelmente a los animales salvajes desde la cuna hasta la tumba”, agregó el fundador de la campaña en contra de este tipo de prácticas.
Goncalvez comentó la forma en que opera esta granja de caza, señalando que “los cachorros se separan de sus madres cuando tienen solo unas pocas horas de edad, para que pueda quedar embarazada nuevamente lo más rápido posible”.
“Cuando crecen, reciben un disparo y sus huesos se venden a traficantes que envían los huesos al Lejano Oriente, donde se convierten en medicamentos falsos”, añadió Goncalvez .
Goncalvez lamentó la inexistencia de leyes que velen por el bienestar de los animales, señalando que “increíblemente, todo esto es legal. CITES, la autoridad internacional que se supone que protege a los animales en peligro de extinción, permite a los cazadores de trofeos disparar a animales en peligro crítico”.
“No hay leyes en Sudáfrica que prohíban la cría de tigres, así que literalmente hay algunas personas que dirigen negocios de cría de tigres en sus patios traseros”, denunció el experto.
Para concluir, Goncalvez hizo hincapié en la crueldad de este tipo de hechos, afirmando que “pocos animales saben del terrible destino que les espera. No tienen idea de que algún día muchos de ellos terminarán como otro ‘recuerdo’” .
“Esta es la industria moderna de caza de trofeos. Es por eso que tenemos que cerrarla de inmediato. Criar leones en jaulas para disparar por ‘deporte’ y vender sus huesos a los traficantes es bastante malo. Hacer esto con tigres, que están al borde de la extinción, es simplemente criminal”, denuncia Goncalvez.
“La caza de trofeos es enferma y cruel. Disparar a los animales enjaulados por placer es lo más cobarde y vil que podrías hacer. Matar a la vida silvestre que está en peligro crítico es una locura absoluta”, apuntó el fundador de la campaña para prohibir la caza de trofeos.
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