Red de empresas saludables

Rossi A. G. 

La búsqueda del bienestar a través de practicar hábitos de vida saludables está de moda. Cuidar la salud y alcanzar ese bienestar, conocido como wellness, no solo es importante, sino que es una tendencia que hay que seguir para estar al día, afirma Jesús Gómez, director del área de RH en Cerem International Business School. Los beneficios son múltiples: mejor clima laboral, compromiso y vinculación con la organización, desarrollo profesional y, cómo no, aumento de la productividad.

Sin embargo, en la sociedad todavía no hay mucha información respecto a cómo puede trasladarse al mundo laborar este tipo de hábitos saludables en un país donde los principales retos para los trabajadores son la reducción del paro y alcanzar una mayor calidad en el empleo, incluyendo el aumento de la retribución salarial.

Para algunos expertos existen cuatro aspectos principales para mejorar la salud y el bienestar de las personas en el lugar de trabajo:

1. Medidas para mejorar la organización del trabajo.

Hacer la jornada laboral más flexible.

Permitir los puestos de trabajo con teletrabajo (que el trabajador pueda realizar las tareas en su domicilio).

Brindar oportunidades para el aprendizaje permanente tanto con la rotación como diversificando los puestos de trabajo.

2. La mejora del entorno de trabajo

Potenciar el apoyo entre los trabajadores.

Ofrecer a los trabajadores la posibilidad de participar para mejorar el entorno de trabajo.

Ofrecer menús saludables en el comedor de la empresa.

3. Fomentar actividades saludables entre los trabajadores

Facilitar actividades deportivas.

Facilitar bicicletas para los recorridos de corta distancia dentro de los grandes centros de trabajo.

4. Fomentar el desarrollo personal

Ofrecer cursos sobre competencias sociales, como la formación para combatir el estrés.

Ayudar a los empleados para que dejen de fumar.

Estos cuatro elementos y las medidas que se proponen dan una muestra del amplio abanico de aspectos que se abordan. En consecuencia, la promoción de la salud en el lugar de trabajo tiene en cuenta el ambiente social, la comunidad, la familia y el individuo, partiendo desde el propio lugar físico en el que el empleado realiza sus funciones.

En definitiva, las iniciativas públicas para favorecer la salud laboral siguen una implantación creciente desde mediados del pasado siglo XX hasta la actualidad. Hoy en día se consideran necesarias para mejorar el bienestar de la población, pero esto no se puede separar de otras medidas que deben acompañar estos esfuerzos: el acceso a la educación, la igualdad de oportunidades, el alojamiento digno, los ingresos económicos, el medio ambiente, la igualdad salarial entre hombres y mujeres, la estabilidad y la justicia social también son aspectos que deben tenerse en cuenta.

Algunas empresas que han sido pioneras en buscar el bienestar de sus empleados se encuentran entre las más cotizadas internacionalmente y han marcado un camino. Sin embargo, la mejora de la salud en el puesto de trabajo no se puede desligar del bienestar general de la sociedad donde se desenvuelven las empresas.

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