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Un raro felino salvaje negro fue registrado en una reserva protegida de la Mata Atlántica, en la Reserva Natural de Salto Morato, en el estado de Paraná. Cámaras de vídeo captaron la imagen de la madre, con una coloración totalmente negra, y de su cachorro con la coloración común de la especie Leopardus guttulus, conocido como tirica, gato tigre chico o gato pintado chico.

La peculiaridad del registro es la coloración de la hembra. Aunque es relativamente común en la naturaleza el melanismo – condición genética en la que se produce una cantidad excesiva de melanina y con ello un color oscuro de la piel –, el fenómeno rara vez se observa entre la especie.

Las imágenes se captaron el año pasado por medio de cámaras trampa, que llevan incorporados sensores de temperatura y movimiento, lo que permite la grabación sin ningún contacto con el animal. Como las cámaras están instaladas en un bosque cerrado, el proceso de comprobación y análisis de todas las imágenes lleva tiempo, por lo que no se han publicado hasta esta semana.
Riesgo de extinción

El Leopardus guttulus es uno de los gatos salvajes más pequeños de América y el félido (mamífero carnívoro) más pequeño de Brasil. Está en las listas oficiales de especies amenazadas del Ministerio de Medio Ambiente y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), clasificado como vulnerable. Su aspecto es similar al de los gatos domésticos. Pesa entre 1,8 y 3,5 kg, y su cuerpo mide entre 36 y 54 cm, con una cola de entre 22 y 35 cm. El color de su pelaje varía del amarillo claro al marrón, con manchas oscuras. Se alimenta principalmente de pequeños mamíferos, como roedores, así como de aves, lagartos, reptiles, anfibios e insectos.

Presente principalmente en áreas de la Mata Atlántica y del Cerrado, se estima que esta especie, aún poco estudiada, tiene una densidad que varía de uno a cinco individuos cada cien kilómetros cuadrados. También se encuentra en Paraguay y en el nordeste de Argentina.

Protección

Roberto Fusco, coordinador del Programa Grandes Mamíferos da Serra do Mar, afirma que, para proteger la especie, es necesario crear unidades de conservación, especialmente en zonas del interior y en paisajes fragmentados. “También son importantes la recuperación y el mantenimiento de Áreas de Preservación Permanente y reservas legales, además de mecanismos para evitar el atropello de estos animales en las carreteras.”

Otra acción, añade, es trabajar la convivencia hombre-fauna, junto con las propiedades rurales. “Para intentar gestionar los animales domésticos, que son presa de estos felinos, y evitar que el propietario tome represalias. Otra cuestión es también evitar que estos animales domésticos, especialmente perros y gatos, entren en los fragmentos de bosque que aún existen.”