El de Lorena es el gobierno de la discriminación

Arturo Tecuatl

A ver a ver, ¿qué le falta al actual régimen encabezado por Lorena Cuéllar Cisneros para confirmarse como auténtico vástago de la Cuarta Transformación (4T)?

Le falta claridad. A estas alturas tenemos una administración que, por ejemplo a la austeridad republicana ni siquiera la conoce. Para cada funcionario, carrazo o camionetón. Perdón, el presidente Andrés Manuel López Obrador acabó con esos gastos suntuosos: autos, celulares, cirugías estéticas, vuelos en avión particular, que cada funcionario se lo pague, no nosotros.

No hay mañanera. Entonces cómo creer que las acciones de gobierno efectivamente pertenecen a un gran proyecto cuya máxima replique “primero los pobres”. ¿Con qué derecho se priva a comunicadores del cuestionamiento constante a la jefa del Ejecutivo local?

Cómo preguntar a la popularísima Lore por lo que se parece mucho a un tráfico indiscriminado de maderas ¿preciosas? de la Malinche, custodiadas por la Policía Estatal, si nos informan lo que quieren, si son implacables con los pobres a quienes les quitan sus cosas pero, generosos con los machuchones que están dejando pelona a nuestro volcán.

Por qué no hay una comparecencia diaria de la gobernadora para ponerla al tanto que, igualito al ruin discurso de Alito Moreno, aquí a los periodistas nos matan de hambre, no nos dan ni el saludo pese a que siguen ejerciendo el mismo presupuesto para medios. Se supone que con la mañanera habría una conveniente generación de información, para que el gobierno destine esos millones a obras, a acciones en favor de los pobres.

Pero no. El gobierno de Lorena discrimina a la gente de acá y se da el lujo de tener híbridos como un tal Antolini, cuyo único y real mérito es ser amigo, brody… detalle, del director del IMSS, Zoé Robledo. Este señor Antolini quiso ser secretario general de Morena. Fracasó y, pues aquí lo tenemos becado no, ¡con un sueldazo!

Le recuerdo a la mandataria el reclamo de un ex gobernador de su partido el PRI: “no se puede tratar igual a los desiguales”, palabras de Emilio Sánchez Piedras.

Cómo no llamar nepotismo a la vil adopción de este, en notarías, en el Bienestar, en el DIF. Insisto, ante el gobierno de la discriminación, el pago, ese sí indiscriminado de encuestas cuchareadas, a modo… total, el que paga manda.

Lo malo es la pésima memoria de quienes creyeron que con el enorme triunfo electoral: 307 mil votos, no volveríamos a tener un régimen como el de Mariano Gonzalez, saqueador y represivo. Pues deveras no. Estamos peor porque siendo robo, saqueo y muerte de hambre a periodistas, las característica de este gobierno, nos la venden como consentido del Presidente y replicador de sus acciones en favor de los pobres.

Y eso es bien falso.

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