Arturo Tecuatl

Antes que se cumplieran cien días de gobierno, veintisiete ambulancias fueron distribuidas en el estado. Veinte se fueron a igual número de municipios, y ya forman parte de la infraestructura de ayuntamientos.

¿Quién nos garantiza que en municipios como Zacatelco, con un alcalde urgido de hacer dinero, a la ambulancia recibida no la conviertan en un lucrativo negocio de traslados?

Cuándo las unidades fueron entregadas, la gober Lorena leyó la cartilla a esos alcaldes.

Honestamente no creo que sea suficiente. Tiene que haber reglas claras para su operación y mantenimiento, comenzando por el operador, quien por lo menos debe ser capacitado y supervisado por el gobierno estatal.

No imaginan ustedes la voracidad de émulos de varguitas, ahora con ambulancias nuevas a su disposición; capaces de enviar en ellas a sus tesoreros a entregar la cuenta pública -si lo hacen cínicamente con las patrullas de las policías municipales- o a estacionarias frente a las presidencias mientras despachan, no sea que vayan a sentirse mal y necesiten un poco de oxígeno para alivianar la resaca de la noche anterior.

Haber equipado a esos 20 ayuntamientos es una acción positiva que sin embargo, requiere reglas claras porque en manos de esos varguitas que les platico nos puede causar una fuerte jaqueca.

¿De dónde vienen las ambulancias?

Las envió el gobierno federal, no sé si como parte de 80 unidades adquiridas desde marzo con ahorros y donaciones de funcionarios machuchones.

Si así fuera, el costo de las unidades se recupera de forma bipartita: el gobierno estatal pone 690 mil y cada ayuntamiento beneficiado aporta la misma cantidad, para hacer un total de 1,180.000.00 (un millón ciento ochenta mil pesos) por cada ambulancia.

Mi duda es, si las envió la federación, entonces ¿por qué las están cobrando?

Esta nota de El Sol de Tlaxcala sostiene que a las ambulancias las compró el gobierno estatal: “con una inversión de 41 millones 669 mil 776 pesos, la administración 2021-2027 adquirió 27 ambulancias, de las cuales 20 son para municipios, cuatro para unidades médicas móviles y tres para ambulancias terrestres para hospitales de la Secretaría de Salud (Sesa)”.

Los municipios beneficiados son:

San Pablo del Monte, Sanctórum, Tenancingo, Teolocholco, Tepeyanco, Tlaxco, Tzompantepec, Zacatelco, Acuamanala, Amaxac, Chiautempan, Cuaxomulco, Tlaltelulco, Nativitas, Zacualpan, Tecopilco, Ayometla, Tetla, Tequexquitla y Papalotla.

No debería haber confusión

Hay ambigüedad en la forma que fueron adquiridas. Con un poco más de claridad, no cabría la menor duda que es parte del verdadero cambio.

A lo mejor con esa lana van a adquirir otras unidades, hasta equipar a los sesenta municipios.

Y bueno, quedará un fondo con el cual chance y en el futuro se puedan adquirir camiones de bomberos por ejemplo. Eso sería pero muy positivo.

Y en conclusión

Creo que por la prisa de adelantarse a los cien días de gobierno, la entrega de ambulancias obedeció más al impacto mediático que al criterio utilizado para otorgarlas.

Seguramente con base en un severo análisis del comportamiento administrativo y organizacional, el equipamiento con las ambulancias partiría de la probidad de las autoridades y no de una decisión arbitraria.

¿Por qué a Zacatelco sí y a Apizaco no?… ¿a Tlaxcala, a Calpulalpan?

Sin duda seremos los ciudadanos y los medios de comunicación celosos guardianes del buen uso de estas ambulancias, de su operación y mantenimiento. De su origen claro y sin motivo de controversia.

A la primera falta, creo que será nuestra obligación hacer las correspondientes denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) ya que se trata de bienes otorgados por el gobierno federal.

Sobre advertencia no hay engaño ¿en qué cabeza cabe dar más poder a la bestia? (Si a la que gobierna la Perla del Sur).